Ayer, con la entrega por el OPLE de la constancia de mayoría a Rocío Nahle se cerró el ciclo del proceso electoral iniciado el 7 de septiembre de 2023; comienza una nueva etapa para la entidad veracruzana después de una ríspida confrontación, nada inusual entre quienes aspiran a un mismo cargo de elección popular, en este caso de la importancia del gobierno de Veracruz. Según la contabilidad del OPLE Pepe Yunes Zorrilla, el candidato de la Coalición Fuerza y Corazón por Veracruz (PAN-PRI-PRD), pese a su carisma personal y su indiscutible arraigo entre la población veracruzana no alcanzó a remontar la enorme ola generada por el Movimiento Lópezobradorista que dio a la ingeniera Nahle un respaldo ciudadano expresado en 2 millones 124 mil votos; exigencias de la democracia, y todo para obtener la enorme responsabilidad de conducir a buen puerto el destino de más de ocho millones de veracruzanos. Tal es lo que formalmente se ha dado a conocer por parte del órgano electoral (OPLE), sin embargo, Silvio Lagos, representante del PRI en el OPLE ayer mismo dio a conocer ante los consejeros de ese organismo una serie de irregularidades registradas antes y durante el proceso electivo que se tomarán como fundamento para impugnar el resultado electoral; lo cierto es que de comprobarse fehacientemente esa información el Tribunal Electoral tendrá bastante trabajo para fundamentar el dictamen definitivo. En ese trámite también anda Américo Zúñiga, cuya campaña empleada a fondo despertó amplias expectativas de su triunfo sobre la candidata de Morena, quien se mantuvo prácticamente ausente del radar ciudadano y sin embargo ya tiene constancia de mayoría. Se cierra un ciclo ¿comienza otro?
El compromiso del cargo de gobernador que confiere la ciudadanía conlleva un peso específico de elevada envergadura si se asume con genuino interés de servir para contribuir al bienestar social, pues el cargo lleva inherente la esperanza no solo de quienes votaron por la propuesta oficialista sino también la de quienes con el mismo derecho adoptaron la causa opositora, porque en una democracia nadie tiene el monopolio de la voluntad política. Pero en lo que corresponde a este proceso electoral los números reflejan un peso aplastante por cuanto al número de senadores y diputados que MORENA tendrá en el Congreso federal, evoca por sí solo al contexto político prevaleciente durante los años de la presidencia imperial cuando con “el carro completo”, presidencia y legislativo el PRI dominaba el escenario nacional. No es una Restauración del sistema, pero se parece.