Agencias/Sociedad 3.0
Esta mañana, el presidente Andrés Manuel López Obrador declaró que él no estaría en contra de que el gobierno de Estados Unidos le de un trato de testigo protegido y colaborador al ex secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, con tal de que aporte pruebas contra la corrupción en México.
«Sería bueno que hable, independientemente si le rebajan la pena. Ayudaría mucho al país para que nunca jamás vuelvan a repetirse de esas cosas, que aporte pruebas y que además ayude a la purificación de la vida pública del país», dijo.
De la misma manera, consideró que si Luna declarase podría ser una contramedida a los «chivos expiatorios», diciendo quien daba órdenes detrás de las acciones por las que luego se imputa a algunos acusados.
«Desde ¿quién le dio la orden de ir a buscar al segundo tirador en el asesinato de Luis Donaldo Colosio? ¿cómo fue ascendiendo con Zedillo con Fox? ¿cómo llegó con Calderón? Y sus cómplices (de García Luna) porque todavía después de estar con Calderón siguió con sus relaciones y haciendo negocios», sentencia.
El ex secretario durante el sexenio de Felipe Calderón (2006-2012) podría enfrentar una pena de mínimo 20 años de cárcel o una sentencia máxima de cadena perpetua.
Se le acusaron de cinco cargos concretamente:
Participación en la dirección de una empresa criminal (el Cártel de Sinaloa); conspiración para la distribución de 5 kilogramos o más de cocaína; conspiración para la distribución y posesión de cocaína con la intención de distribuirla en Estados Unidos; y conspiración para la importación de la misma cantidad o más.
Con información de Aristegui Noticias