En los últimos meses, México atraviesa un periodo de cambio político y social. A poco más de un mes de haberse realizado la elección más grande de la historia del país, el proceso electoral aún está en revisión, y las irregularidades presentadas, antes, durante e inclusive después del proceso electoral ha generado diversas inconformidades. Esto ha alimentado el descrédito hacia la calidad de la clase política y de sus estructuras representativas que ya se tenía, fecundando la necesidad de crear nuevas formas de expresión y participación política. Entre estas destacan la creación de plataformas de escrutinio digital, intentos de formar nuevos partidos políticos amparados por agrupaciones ciudadanas y la consolidación de movimientos ciudadanos organizados a partir de este proceso.
La interpretación del momento político y social actual nos muestra que estamos en tiempos de cambio, frente a una sociedad tecnológica que aspira tener un gobierno transparente, eficiente y efectivo, que realmente otorgue acceso a la información de una forma concreta y verídica, y que reclama desde múltiples espacios de la sociedad civil la necesidad de más y mejor democracia. Ante este escenario, las herramientas y tecnologías de comunicación digital se han convertido en una opción para canalizar estos ánimos de movilización política. Estas nuevas formas de expresión política ciudadana encuentran en el concepto Civic Tech una gama de tecnología y herramientas tecnológicas eficaces.
El objetivo de la Tecnología Ciudadana es incentivar el compromiso ciudadano, alentar a los ciudadanos a actuar por el bien público y mejorar la relación entre el gobierno y la ciudadanía. A través de la asistencia digital, fomentar y mejorar los niveles de participación entre la población, eficientizar los recursos, permitir la toma de decisiones más informadas sobre diversos temas y estimular del cambio social empoderando a los ciudadanos.
Es necesario puntualizar que, a pesar de vivir en una sociedad dinámica y acelerada, donde el acceso a la información, la utilización y surgimiento de dispositivos tecnológicos es una constante, incorporar la tecnología a la participación ciudadana requiere de un cambio de paradigma que considere, entre otras condiciones, la complejidad de las interacciones humanas en este arquetipo en el que múltiples actores participan.
Para potenciar las soluciones Civic Tech y asegurar su funcionamiento, es necesario alentar la colaboración social y llamar a la participación proactiva de la ciudadanía para que esta no permanezca en la pasividad, sino que, a través de estas herramientas, se logre un impacto significativo, se generen soluciones abiertas y se construyan alternativas de solución a los problemas que enfrenta la sociedad.
Hablar de Tecnología Ciudadana es hablar de un semillero de posibilidades, un laboratorio de prácticas en constante evolución. De forma cotidiana utilizamos herramientas Civic Teh sin saberlo. Algunos ejemplos son Waze, Civico, Biko, Cityzn, YoVeoVeo, Mapee, entre otros, utilizados para reportar problemas en trayectos, en carreteras, en la comunidad o colaborar en la creación de políticas públicas como el Observatorio de Juventud para América Latina y el Caribe de la CEPAL.
La Fundación AVINA, destaca cuatro niveles para el éxito de estas plataformas: Construcción de plataformas o herramientas tecnológicas y desarrollo de alianzas para su uso, Involucramiento, fortalecimiento y empoderamiento de los actores, Comunicación, expansión y uso de la herramienta y diseminación de su información y, Cambio de prácticas y políticas públicas con potencial de mejorar la calidad de vida.
En México, la Tecnología Cívica ha tomado un papel importante, demostrándolo diversas iniciativas como Awesome Civic Tech, este sitio contiene una lista 39 de iniciativas de Tecnología Cívica creada por la comunidad de Codeando México y curada por personas voluntarias con conocimiento en el tema de proyectos de tecnología cívica en México. Yeeko Inteligencia Colectiva busca la creación de soluciones y propuestas colectivas, que incorporan la voz de todas las personas que integran una organización o comunidad. Otro ejemplo es Rutadirecta, que a través de su plataforma basada en crowdsourcing ha logrado proporcionar información precisa y de alta calidad sobre el transporte público en diversas ciudades del país (entre ellas Xalapa).
Es preciso reconocer que la Tecnología Cívica también conlleva ciertos riesgos. Uno de los principales desafíos es garantizar la privacidad y protección de datos de la ciudadanía, evitar mal uso o filtración de datos sensibles. Además, la brecha digital puede excluir a aquellas personas que no tienen acceso o habilidades para utilizar estas herramientas. Es esencial abordar estos riesgos y garantizar que la tecnología cívica se implemente de manera ética y equitativa, teniendo en cuenta la inclusión y la protección de datos.
Ciciv Tech es un campo en crecimiento que se encuentra en la intersección de la tecnología, el gobierno y la sociedad civil, por lo que, además de la implementación de herramientas tecnológicas, es necesario actualizar la legislación vigente, formular modelos de gobernanza que permitan co-gobernar a través de ejercicios democráticos participativos, así como el establecimiento de políticas públicas que fomenten y faciliten la colaboración y participación de la sociedad. Como menciona el asesor de comunicación y consultor político Antoni Gutiérrez-Rubí: “En la era de la obsesión por la innovación es preciso detenerse y recordar lo obvio: los cambios sociales no los genera la tecnología, sino las ideas”.
Ideario en Perspectiva
Ahora resulta que hasta miembros de los partidos políticos buscan sumarse a la tendencia emergente, intentando utilizarla como medio para promover sus propios intereses. Sí, en una democracia es fundamental fomentar la apertura, la inclusión y la diversidad de opiniones e ideas. Sin embargo, no significa que se permita verter agua contaminada en el manantial ciudadano.