El mundo laboral está experimentando una renovación acelerada como efecto y consecuencia de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial (IA), Internet de las Cosas (IoT), blockchain, plataformas en la nube, desarrollo sin código (No-code), ciberseguridad, big data y edge computing, entre otras. Estas tecnologías están avanzando a un ritmo sorprendente, transformando los puestos de trabajo y exigiendo una adaptación constante.
Para aprovechar plenamente las oportunidades que ofrecen estas tecnologías, es fundamental incentivar modelos de desarrollo profesional ágiles y centrados en las personas. La rápida evolución del entorno laboral hace necesario actualizar continuamente las habilidades de los trabajadores a través del reskilling y el upskilling. El reskilling se refiere a adquirir habilidades completamente nuevas para cambiar de carrera o adaptarte a los cambios en el mercado laboral, mientras que el upskilling se trata de mejorar las habilidades existentes para el mismo puesto laboral o industria.
De acuerdo con el Informe Global de Habilidades (IGH) 2024, más del 70% de las empresas en América Latina necesitarán que sus empleados adquieran nuevas habilidades digitales. Esto expone la necesidad del reentrenamiento como estrategia proactiva y crucial para asegurar el crecimiento y relevancia de la región en un mercado global cada vez más competitivo.
El mismo estudio destaca que la alfabetización en IA es el tema que domina las necesidades de conocimiento tecnológico, con una demanda de habilidades en IA que ha aumentado un 1060%. Además, muestra una brecha significativa entre las expectativas de habilidades digitales entre los empleadores y las habilidades reales de los trabajadores.
El 70% de las empresas europeas identifica una brecha de competencias digitales y el 40% de los adultos carecen de competencias digitales básicas. Actualmente, nueve de cada diez empleos requieren ahora al menos algún nivel de competencia digital, como usar una computadora para enviar correos electrónicos y crear documentos. Un tema crucial son las habilidades en ciberseguridad, mostrando una escasez de talento en esta área, ya que la brecha entre la necesidad y la disponibilidad aumenta en un 12.6% cada año.
En México, diversos sectores económicos están siendo influenciados por las tecnologías emergentes, automatizando actividades, procesos y habilitando la transformación digital. Algunos de los sectores en los que está repercutiendo el avance de estas tecnologías son manufactura (ensamble, embalaje y mantenimiento), servicios financieros (funciones de cajeros, asesores financieros y puestos administrativos), comercio minorista (optimizando procesos operativos), transporte (taxistas, repartidores y choferes), comunicaciones (trabajos operativos y administrativos). Esto sugiere que la automatización tenderá a transformar más que reemplazar puestos de trabajo.
Para prepararse ante estos cambios, las empresas deben implementar acciones y estrategias para mejorar las habilidades digitales de su planta laboral, particularmente en IA. Actualmente, menos del 25% de las empresas en Latinoamérica han implementado programas de capacitación en nuevas tecnologías, frente a más del 60% en Europa, según datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Además, es necesario que desarrollen habilidades blandas como pensamiento crítico, resolución de problemas, trabajo en equipo y comunicación efectiva.
Un tema de suma importancia es el aprendizaje continuo, esto se puede lograr a través de cursos online, bootcamps, certificaciones y programas de capacitación disponibles en plataformas digitales. Según el IGH 2024, el 60 % de los trabajadores necesitarán volver a capacitarse para 2027.
Los gobiernos deben invertir en IA, infraestructura digital y capacitación en temas de ciberseguridad. Las Instituciones de Educación Superior deben realizar acciones tendientes a la innovación y actualización curricular para el desarrollo de habilidades y competencias en sus estudiantes para capacitarlos adecuadamente y puedan enfrentar con éxito el futuro mercado laboral.
La utilización de microcredenciales es otra recomendación valiosa tanto para trabajadores como para estudiantes, ya que permite mejorar continuamente sus capacidades. Estos esfuerzos combinados asociados deberían ayudar a disminuir el 40%, que según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), de las empresas en América Latina reconocen que la resistencia al cambio es el principal obstáculo para la adopción de nuevas tecnologías y para la reconversión laboral.
México ocupa el lugar 26 a nivel mundial y el 5 en América Latina y el Caribe en competencias globales en negocios, tecnología y ciencia de datos, según el IGH 2024. Los estudiantes se centran en la cultura, la adaptabilidad y la inteligencia emocional, alineándose con los puestos de mayor objetivo como gerente de operaciones, gerente de relaciones públicas y especialista en comunicaciones.
Los principales certificados profesionales que demandan son análisis de datos, gestión de proyectos y Marketing digital-E commerce. Según datos del BID, las empresas mexicanas están destinando hasta un 15% de su presupuesto anual en formación de personal relacionado con nuevas tecnologías, en comparación con años anteriores, buscando disminuir el 65% de la falta de talento que reportan las empresas.
En este entorno laboral, donde las tecnologías emergentes están rediseñando el panorama profesional, ¿Cómo podemos equilibrar la necesidad de innovación tecnológica con el desarrollo de habilidades humanas esenciales que nos hacen únicos frente a la automatización? En un contexto donde la brecha de competencias digitales sigue siendo un desafío significativo, ¿Qué estrategias pueden implementarse a nivel nacional para acelerar la alfabetización digital y cerrar la brecha entre las expectativas de los obstáculos y las competencias reales de los trabajadores? Gestionar con éxito la transformación laboral en curso demanda una visión sistémica con políticas públicas que promuevan la formación continua de la fuerza laboral, aprovechando al máximo el poder de la educación, la colaboración y la innovación para asegurar que nadie se quede atrás en la sociedad digital del futuro.
Ideario en Perspectiva
Es paradójico argumentar que como mandato democrático se debe atacar a la democracia. Esgrimir argumentos como privilegios, nepotismo y corrupción, cuando quien así lo consigna “no vende piñas”, carece de credibilidad. Más allá de las retóricas huecas y populistas, el país necesita estabilidad en todos los ámbitos para avanzar y erradicar los vicios señalados desde una perspectiva plural y democrática.