Serpientes y Escaleras
El número 43 terminara siendo una cifra que marque, cimbre y atraviese, de principio a fin, el agonizante y turbulento sexenio de Andrés Manuel López Obrador.
Primero porque una de sus banderas y promesas de campaña fue que resolvería el caso de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa y llegaría a la verdad sobre lo sucedido, cosa que no logró; segundo porque hoy, en la agitada discusión de su Reforma al Poder Judicial son 43 los senadores de oposición que podrían –si todos asisten y votan en contra– frenar esos cuestionados cambios constitucionales, a pesar de las presiones y amenazas hasta dictatoriales que enfrenten; y tercero porque desde Estados Unidos se prepara una lista de 43 funcionarios, políticos y dirigentes de Morena y de la 4T que están siendo investigados por presuntos vínculos y financiamientos ilegales del narcotráfico.
Y aunque los primeros 43 de Ayotzinapa ya dijeron que no hablarán más con López Obrador y que ahora sólo quieren tratar con la futura presidenta Claudia Sheinbaum, y de los 43 senadores de la oposición, que podrían frenar la Reforma Judicial, aún hay dudas de si todos resistirán las presiones que ahora ya incluyen amenazas con expedientes judiciales y Fiscalías que actúan como La Gestapo, como en el caso de Miguel Ángel Yunes Márquez en Veracruz, los otros 43 que están enlistados con nombre, apellido y cargo en expedientes e investigaciones de agencias del gobierno de Estados Unidos, son los que podrían causar un auténtico terremoto en la relación bilateral apenas arranque el nuevo gobierno el 1 de octubre.
Porque de acuerdo con fuentes del gobierno de Estados Unidos, específicamente de la Administración de Control de Drogas, la DEA por sus siglas en inglés, existen en este momento 43 expedientes abiertos y que se están conformando en contra de igual número de políticos y funcionarios de Morena y del gobierno de López Obrador a los que se les ha investigado y documentado, en los últimos meses, por haber tenido algún tipo de vinculación con grupos del crimen organizado, ya sea por haber recibido financiamiento ilegal para campañas o por tener tratos directos con el narcotráfico.
Las investigaciones, según las fuentes estadounidenses, están más que avanzadas y se comenzarían a traducir en acciones y acusaciones judiciales a partir de que termine la administración del presidente López Obrador, después del 1 de octubre. Una primera señal, si se decide proceder con la judicialización de esos expedientes en contra de políticos mexicanos del actual gobierno, sería la cancelación de visas estadounidenses a los 43 que aparecen en la mencionada lista de la DEA y el Departamento de Justicia.
Entre esos 43 nombres aparecen, según nos dicen, políticos y operadores del más alto nivel en la 4T, desde dirigentes de Morena, hasta gobernadores y algunos funcionarios del gobierno lopezobradorista, aunque no se menciona de qué nivel. A varios de ellos se les vincula directamente con el empresario tamaulipeco asesinado, Sergio Carmona Angulo, quien ya era investigado por agencias como el ICE o Servicio de Inmigración y Aduanas de los Estados Unidos, antes de su misteriosa ejecución, por sus actividades delictivas en el contrabando de gasolinas procedentes del vecino país y por haber financiado, con ese dinero ilícito, varias campañas de candidatos de Morena a gubernaturas estatales, diputaciones federales y locales y alcaldías.
Incluso, de acuerdo con fuentes mexicanas cercanas al caso Carmona, el empresario huachicolero, que se vinculó al dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, futuro secretario de Educación, y con varios de los actuales gobernadores de Morena en estados del norte y el occidente de México, se entrevistó con agentes del FBI y de la DEA estadounidense unas semanas antes de ser asesinado por sicarios en una barbería del supervigilado municipio de San Pedro Garza García, en noviembre del 2021.
Los agentes estadounidenses habían buscado a Carmona, que los recibió en total confidencialidad en Monterrey, para informarle de las investigaciones que tenía en su contra el gobierno de Estados Unidos y ofrecerle un trato de «testigo protegido» a cambio de que revelara información sobre capos del narcotráfico con los que se había reunido y sobre los financiamientos ilícitos que hizo a las campañas de Morena y sus candidatos. Justo unos días después de esos encuentros, a Sergio Carmona lo ejecutaron en una operación casi perfecta de la que no se han conocido videos y las investigaciones de la Fiscalía de Justicia de Nuevo León fueron extrañamente frenadas y silenciadas.
El interés particular que tenían entonces los agentes estadounidenses que se reunieron con Carmona, era que les contara de sus contactos con el Cártel de Sinaloa y sus capos, a quienes el empresario tamaulipeco pudo llegar a través de la mediación de políticos de Morena a los que él les pagaba sus campañas. Porque fue el mismo Sergio Carmona quien, antes de ser asesinado, contó a sus cercanos que se había reunido «en dos ocasiones» con Ismael » Mayo» Zambada, a quien había visto en la sierra del triángulo dorado donde se ocultaba y él mismo había revelado que para lograr esos encuentros con el capo sinaloense había contado con el apoyo de políticos de Morena.
Y justo hoy, que » Mayo» Zambada tendrá su primera audiencia judicial en los Estados Unidos, en la Corte federal de Brooklyn, en Nueva York, la información y las declaraciones que proporcione el capo del Cártel de Sinaloa, sin duda resonarán en México, pero también servirán para apuntalar las investigaciones y los mencionados expedientes que tienen abiertos y casi listos para ejecutarlos, la DEA y el Departamento de Justicia en contra de los 43 políticos y dirigentes de Morena y de la 4T.
Dicen los estudiosos de la numerología y la cabalística de los números que a partir de que un número se repita tres veces o más, es una manifestación: «Va a suceder algo y será lo mejor que podría pasarte. Puede ser el cumplimiento de algo esperado o un acontecimiento que te servirá como lección o aprendizaje». ¿Será entonces que a las dos veces que el 43 se le ha atravesado e indigestado al presidente López Obrador le vendrá justo ese número por tercera vez desde los Estados Unidos, como una suerte de «lección» desde el vecino país? Que conste que es pregunta cabalística… Los dados mandaron Serpiente Doble. La semana se viene complicada.