A lo largo de la historia, la paz y los conflictos han moldeado el desarrollo de las sociedades. Periodos de estabilidad y prosperidad se han visto interrumpidos por guerras y violencia. La importancia de la paz radica en su capacidad para fomentar el bienestar, el desarrollo económico y la cohesión social. Por otro lado, los conflictos armados traen consigo devastadoras consecuencias humanas, económicas y ambientales.
El Índice Global de Paz 2024 (IGP2024), elaborado por el Instituto para la Economía y la Paz (IEP), ofrece un análisis exhaustivo sobre el estado de la paz mundial. Destaca las tendencias y factores que influyen en la tranquilidad global. Según este informe la paz global ha disminuido por quinto año consecutivo, con un deterioro promedio del 0.56% en 2024.Revela los impactos económicos de la violencia, el análisis social y las tendencias que están dando forma a nuestro mundo hoy.
De acuerdo con la evaluación del IGP2024, los países más pacíficos son Irlanda, Austria, Nueva Zelanda, Singapur. Yemen ocupa el último lugar por primera vez, seguido de Sudán, Sudán del Sur, Afganistán y Ucrania como los menos pacíficos. En el último año, 65 países registraron una mejora en su nivel de paz, mientras que 97 experimentaron un deterioro, siendo este el mayor número de países que han deteriorado su paz en un solo año desde el 2007. La brecha entre los países más y menos pacíficos se ha ampliado: los 25 países más pacíficos mejoraron un 1%, mientras que los 25 menos pacíficos empeoraron un 7,5%.
El informe destaca los “Dominios de Paz”, mostrando que, aunque la paz mejoró ligeramente en el dominio de Seguridad y Protección, se observó un deterioro en los dominios de Conflicto en Curso y Militarización.
El IGP2024 advierte sobe varios aspectos, uno de los hallazgos es el aumento de conflictos armados en 2023, donde aproximadamente el 80% de ellos eran asimétricos. Esto significa que un opositor no estatal desafía a un estado. Además, revela que el 60% de los conflictos en el último año se relacionaron con la competencia por recursos naturales, como agua y minerales. El impacto tecnológico en los conflictos ha transformado la forma en que se llevan a cabo. Esta evolución ha resultado en un aumento tanto en la letalidad como en la complejidad de los conflictos. Los conflictos armados han generado el desplazamiento forzado de millones de personas. En 2023, más de 80 millones de personas fueron desplazadas, revelando un aumento significativo en la última década. La transición de un mundo unipolar a uno multipolar ha intensificado la competencia entre las potencias mundiales y prolongado los conflictos. Potencias emergentes como China y Rusia están aumentando su influencia en áreas afectadas por conflictos.
Según este informe el impacto económico de la violencia es notable. En 2023, el efecto de la violencia en la economía global ascendió a 19.1 billones de dólares, lo que equivale al 13.5% del PIB global, aproximadamente 2,380 dólares por persona. Este impacto ha aumentado en un 0.83% en el último año y desde 2008, el costo asociado con la violencia ha aumentado en un 9%.
El impacto económico de la violencia se compone de tres elementos fundamentales. Los costos directos abarcan las consecuencias inmediatas para las víctimas, los perpetradores y los sistemas públicos, como la salud, la justicia y la seguridad pública. Por otro lado, los costos Indirectos, se refieren a los costos a largo plazo, incluyendo la pérdida de productividad debido a los efectos físicos y psicológicos de la violencia, así como el impacto en la percepción de seguridad en la sociedad. Finalmente, el efecto multiplicador representa los beneficios económicos potenciales que se podrían generar al desviar el gasto de costos hundidos, como el gasto en encarcelamiento, hacia alternativas más productivas.
Es necesario destacar que la mayor parte del impacto económico de la violencia proviene del gasto militar y de seguridad interna, que incluye la policía y el sistema judicial.
En cuanto al gasto militar global, alcanzó los 8.4 billones de dólares en 2023. Aunque se ha producido un cambio hacia una mayor eficiencia en el gasto militar, con un enfoque creciente en la inversión en tecnología avanzada, esto ha permitido a los países mantener o mejorar sus capacidades defensivas mientras reducen la necesidad de grandes fuerzas en términos de personal.
Entre 2014 y 2022, se observó un aumento en la capacidad militar global, con un incremento de casi un 10%. Además, las importaciones de armas aumentaron en casi un 4%, con 89 países incrementando sus importaciones per cápita. Sin embargo, desde 2015 se ha observado un deterioro constante en el indicador de armas nucleares y pesadas, lo que sugiere un aumento en la preocupación por la proliferación de armas de destrucción masiva.
Los costos asociados con las muertes por conflictos y las pérdidas de PIB debido a conflictos han experimentado un aumento significativo, con ambos indicadores duplicándose desde 2008. Esta tendencia se ve complementada por un incremento en los costos relacionados con homicidios y crímenes violentos lo que se traduce en un aumento en los gastos asociados a la violencia interpersonal.
Estos datos subrayan cómo la violencia y el miedo a la violencia generan interrupciones económicas significativas, afectando tanto la inversión como el consumo, creando un efecto dominó que desvía recursos de actividades productivas hacia medidas de protección.
En México, según el Índice de Paz México 2024, se registra una mejora en los niveles de paz por cuarto año consecutivo, con un incremento del 1.4% en 2023. México se ubica en el puesto 138 de 163 países en el Índice de Paz Global. La tasa de homicidios sigue siendo alta, con 23.3 homicidios por cada 100,000 habitantes.
La violencia contra las fuerzas policiales es alarmante, siendo casi cuatro veces más peligroso para las fuerzas del orden que para la población en general.
La delincuencia organizada sigue siendo un problema crítico, con un aumento en actividades como la extorsión y el tráfico de fentanilo.
Yucatán es el estado más pacífico por séptimo año consecutivo seguido de Tlaxcala, Chiapas, Durango y Coahuila. En contraste los estados menos pacíficos fueron Colima que presenta una tasa de homicidios de 111 muertes por cada 100,000 habitantes, seguido de Baja California: Morelos, Guanajuato: y Zacatecas. La percepción de inseguridad es del 74.6% que registra una mejora del 1.7% respecto a 2022.
El impacto económico de la violencia fue de 4.9 billones de pesos, equivalente al 19.8% del PIB, con un impacto per cápita promedio de 37,430 pesos (con 12,407 pesos en Yucatán hasta 112,660 pesos en Colima). En Morelos, Colima, Guerrero y Zacatecas, el costo representó aproximadamente la mitad del PIB de cada estado.
En 2023, México destinó el 0.65% del PIB a seguridad pública y justicia penal, menos de la mitad del promedio de América Latina y la OCDE.
El IG 2024 revela un panorama preocupante sobre la paz mundial, destacando un deterioro continuo en su logro. La paz no solo es un objetivo en sí mismo, sino que también tiene un valor económico significativo. La militarización y los conflictos en curso, impulsados por situaciones como conflictos en Gaza y Ucrania, empeoran significativamente el panorama. A pesar de algunas mejoras en la seguridad interna, el aumento de los gastos militares y la participación en conflictos externos han contribuido a una disminución general de la paz, lo que hace necesario adoptar enfoques innovadores y colaborativos para fomentar la paz y la estabilidad global.
Ideario en Perspectiva
El proyecto de presupuesto, tanto a nivel estatal como federal, delinean la visión del estado y país que se pretende construir para el futuro inmediato. En este panorama, persistirán las carencias para proporcionar a los veracruzanos y mexicanos buenos servicios en salud, educación, seguridad, infraestructura, conectividad, entre otros ámbitos importantes. Además, le acompañan pronósticos de crecimiento poco realistas. Como dice el poeta, ¿A dónde vamos a parar?