Opiniones y Comentarios
Siempre me he manifestado contrario a la igualdad de género; que, por ser antinatural, es desquiciantemente aberrante. Y va más allá de la estulticia -si es que puede haber algo más allá de la estupidez en grado de doctorado-…
Por lo que, dado que la salud es el estado natural de todo ser vivo; y que la enfermedad es contraria a la salud, el vivir bajo la premisa de que los hombres y las mujeres somos iguales, es una prueba fehaciente de que quienes se amparan bajo esa bandera, están obviamente enfermos; y consecuentemente piensan como enfermos, porque no pueden pensar como sanos…
Vale citar, que Trump acaba de declarar que la política de EE.UU. a partir de su segundo mandato, es que solo hay dos géneros, hombre y mujer, lo que fue ruidosamente aplaudido por los presentes… que
Pero de ahí a que supongan que como somos iguales; tuvo como consecuencia, los hombres -operados, hormonados, o lo que sea- ventajosamente comenzaron a competir contra las mujeres en los deportes…
Pero mientras se trató de carreritas, brinquitos y saltos, que ganaban los trans, no pasó de ahí; pero se reguló que eso no podía ser y competitivamente no era válido. No obstante, en aras del dinero, del espectáculo y del morbo, los promotores organizaron competencias entre verdaderos hombres contra verdaderas mujeres -el análisis de sangre revela el sexo y eso no se puede cambiar- pero seguían ganando mayormente los hombres…
Sin embargo, las recalcitrantes feministas, pasaron entonces a los deportes de contacto, boxeo, lucha y toda clase de artes marciales, karate, yudo, jiu-jitsu, etc. hasta que llegaron a las MMA, que originalmente se llamó “vale todo”…
La primera pelea se llevó a cabo en Las Vegas, en agosto del año pasado, entre el australiano Craig Jones, de EE.UU. con 1.83 de altura, 93 kilos y 55 victorias. Y Gabi García, una brasileña de 188 de altura y 103 kilos de peso, con 71 victorias y miembro destacado del Salón de la fama de la Federación internacional del deporte. Ambos en la misma categoría de jiu jitsu…
La victoria se la llevó fácilmente Jones, quien desde un principio dominó la pelea, hasta que finalmente sometió a Gabi con una llave; y ella se rindió. Debido al éxito financiero, en Rumania, pasaron entonces a enfrentar a un hombre contra dos mujeres, quienes, a pesar de tener caretas protectoras, fueron literalmente apaleadas por el hombre…
Un gordo que no tenía ni la más mínima apariencia de atleta, pero a las dos las trajo a mal traer. Lamentablemente, el morbo por este tipo de desiguales combates ha cobrado auge y es frecuente verlos en muchas partes…
Hay videos que dan constancia de los brutales golpes que les han propinado a las mujeres; ante un público que corea las palizas, sacando a relucir sus más profundos traumas…
A tal grado, que no solo deben de prohibirlas; sino llevar a juicio, no nada más a los promotores, sino aquellos managers y entrenadores que permitieron tan brutales y excéntricos eventos…
En la Red se puede confirmar lo arriba citado. Poner peleas MMA entre hombres y mujeres y creo que estará de acuerdo con El Gran Corso, Napoleón (1769 – 1821) “Las mujeres serán mejores o peores que los hombres; pero nunca iguales”…
En nuestro caso; con relación a lo que nos está sucediendo; no es que la doctora Claudia sea mejor o peor que López Obrador, es que el tabasqueño no se ha ido y como todavía no vienen por él, pues continúa haciendo de las suyas…
En el fondo, quienes apoyan la igualdad de género, son entes que no saben ni quiénes son, no se conocen a sí mismos, y vienen de relleno para las vidas de otros, que sí saben a lo que vinieron y consecuentemente no son felices…
Entendiendo que la felicidad consiste en: primero, tener salud. Y segundo, hacer lo que a cada quien le produzca placer. Pues como ya se ha asentado en este espacio, nadie puede ser feliz haciendo lo que no le gusta.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.