domingo, marzo 16, 2025

El bienestar social en México

Lo último

En ninguna época de la existencia humana ha existido una igualdad social, incluso en la fase primera del bípedo siempre se requirió de un guía o grupo de líderes que agruparan a los demás ya sea para su defensa o bien para conseguir lo necesario para las subsistencias. “Cuando hablan de igualdad, están diciendo una tontería. Es muy importante la empresa”, dijo el empresario Carlos Slim en su conferencia anual. Una sociedad igualitaria como la soñaba el comunismo idealista (por mucho que haya contraste en el término) solo es posible encontrarla en un diseño onírico. En nuestro país durante el México posrevolucionario se intentó reducir los índices de la desigualdad social a través de un sistema cuyo eje central giró en torno de la Justicia Social, nunca se consiguió porque para empezar no había qué redistribuir, excepto la pobreza. Después ensayamos un método diferente, generar riqueza para poder desparramarla hacia abajo, pero tampoco lo logramos, si bien alcanzamos a construir una economía fuerte, generadora de riquezas aunque con crecimiento de un pírrico dos por ciento anual que no alcanzaba para una población muy acrecentada. Ahora, la meta de la Cuarta Transformación es el bienestar social de la población, sin embargo ese objetivo será aún más difícil de conseguir porque carecemos de un buen sistema educativo, y según Bill Gates “la educación es el verdadero motor del progreso. Expertos en economía han destacado que el país necesita fortalecer su sistema educativo y fomentar inversiones en tecnología, energías renovables y manufactura avanzada para reducir su dependencia del llamado oro negro”, es decir, es mejor educar a la población que privilegiar vivir del petróleo. Pero, para generar riqueza se requiere mano de obra calificada, seguridad jurídica, seguridad pública ¿en México contamos con ese contexto social? Dice Slim: “se necesita un nivel mínimo de bienestar y que sea ascendente, que incluya salud, educación, alimentación y vivienda”. He allí la cuestión

Relacionados

Columnistas