Expresión Ciudadana
Carlos A. Luna Escudero
En Veracruz, la libertad de expresión y el ejercicio del periodismo crítico enfrentan una nueva amenaza. En esta ocasión, la periodista Claudia Guerrero es víctima de un intento de censura por parte de la síndica del municipio de Córdoba, Vania López González, quien busca forzar una disculpa pública a través de instancias electorales, en un claro abuso de poder y una tergiversación de los derechos de las mujeres para silenciar la verdad.
La síndica Vania López, quien aspira a la alcaldía de Córdoba, ha sido señalada en diversas investigaciones periodísticas por presuntas prácticas de corrupción, mal manejo de recursos públicos y vínculos turbios que generan serias dudas sobre su gestión. Sin embargo, en lugar de aclarar estos señalamientos ante la ciudadanía y las instancias correspondientes, ha decidido emprender una campaña de hostigamiento contra los medios de comunicación y periodistas que han revelado sus acciones.
Aprovechando su condición de mujer y el actual contexto de lucha por los derechos de las mujeres, Vania López se ha victimizado ante los órganos electorales, en un intento por desviar la atención de los señalamientos en su contra. Su estrategia no solo atenta contra la libertad de prensa, sino que también desvirtúa las verdaderas luchas por la equidad de género al utilizar una narrativa de “violencia política de género” como un escudo para evadir la rendición de cuentas.
El caso de Claudia Guerrero es un claro ejemplo de cómo algunos funcionarios públicos buscan silenciar las voces incómodas a través de la manipulación de las instituciones.
La Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ha emitido un fallo en su contra, el cual no solo vulnera su derecho a la libertad de expresión, sino que también sienta un peligroso precedente para todos los periodistas en Veracruz y en México.
Si permitimos que se castigue el ejercicio periodístico bajo argumentos tergiversados, estaríamos abriendo la puerta a que cualquier político corrupto pueda acallar la verdad con el respaldo de las instituciones. Hoy es Claudia Guerrero la que enfrenta esta embestida, pero mañana podrían ser otros periodistas, activistas o ciudadanos que se atrevan a cuestionar el poder.
Desde aquí, expresamos nuestro respaldo absoluto a Claudia Guerrero y a todos los periodistas que, con valentía, siguen ejerciendo su labor a pesar de las amenazas, los intentos de censura y los abusos de poder. No podemos permitir que la corrupción y la impunidad se impongan mediante el miedo.
La libertad de expresión no se negocia. La verdad no se calla.