Nombrar cónsul en Estados Unidos a Rutilio Escandón, a sabiendas de lo que pensaban y decían Donald Trump y su equipo más cercano sobre los cárteles y el gobierno mexicano, fue un error táctico.
Willy Ochoa, que tuvo un fugaz interinato como gobernador de Chiapas, pero es un político de larga carrera, aprovechó uno de los errores tácticos más inexplicables que haya cometido la presidenta Claudia Sheinbaum al nombrar a Rutilio Escandón cónsul general en Miami, y tomó una iniciativa novedosa e interesante: presentar una denuncia de hechos ante la Casa Blanca, el Departamento de Estado y los gobiernos estatal y local de Florida, que busca que lo veten como cónsul, una posibilidad que existe en la Convención de Viena sobre relaciones consulares. Nadie sabe si volará la denuncia, pero fue un movimiento quirúrgico facilitado por la Presidenta.
Raymundo Riva Palacio
Estrictamente PersonalEscandón, protegido por su excuñado, el senador Adán Augusto López, también lo era del expresidente Andrés Manuel López Obrador desde sus luchas políticas en Tabasco en los 90, y estaba casado con Rosalinda López –que murió en junio del año pasado–, a quien conoció cuando vivió en la casa de la familia en Villahermosa.
Escandón, uno más de los muchos encargados a Sheinbaum para protegerlos transexenalmente, fue designado por ella a los siete días de dejar la gubernatura, en “común acuerdo” por haber apoyado al movimiento obradorista. No le importó a la Presidenta, o si le importó no pudo hacer nada, el desastre de estado que dejó atrás.
Ochoa lo resume en su carta. Su gobierno estuvo marcado por “la negligencia, la omisión y preocupantes vínculos con el crimen organizado”, refiriéndose, sin precisar, a las zonas serranas limítrofes con Guatemala, donde por más de dos años vivieron el abandono institucional y sus comunidades quedaron al libre albedrío de los cárteles de la droga, que proliferaron, como agregó el exgobernador, convirtiendo a Chiapas “en un campo de batalla entre los principales cárteles del país, lo que resultó en enfrentamientos violentos, bloqueos de carreteras y segregación”.
La denuncia de hechos retoma los trabajos periodísticos que se hicieron en esa región durante los últimos años, que nunca tomó en cuenta López Obrador y que ignoró Escandón, pero que cuadran perfecto con la narrativa de la administración Trump de que quienes gobiernan en México en grandes extensiones de tierra son los cárteles de las drogas. “Desde la llegada de Rutilio Escandón, Chiapas cayó en la espiral de violencia”, agregó el senador chiapaneco Luis Armando Melgar, cuyas bases electorales están entre las más incendiadas. Nada de lo que dice Ochoa es falso. “Tendrían que investigarlo”.La denuncia fue recogida por Breitbart News, el sitio fundado por el ideólogo original de Donald Trump, Steve Bannon, donde de manera sistemática han publicado reportajes y entrevistas que vinculan al gobierno con el narcotráfico. Bannon ya no tiene la cercanía que tuvo con Trump, pero el portal sigue siendo fuente de información del movimiento trumpista y de su gabinete. Si no habían volteado a ver a Escandón y las decisiones de Sheinbaum, ahora lo harán. La Presidenta lo envió a Miami, que durante la transición se convirtió en el centro de poder de Estados Unidos.
Dos decenas de altos funcionarios de su gobierno salieron de Florida, como su poderosa jefa de Gabinete, Susie Wiles; el secretario de Estado, Marco Rubio; la procuradora general, Pam Bondi, y el director del Consejo Nacional de Seguridad, Mike Walz, que comparten las ideas de Trump y del vicepresidente JD Vance sobre el control de los cárteles sobre el gobierno mexicano. Ron Johnson, a quien nombró como embajador en México, aunque es originario de Alabama, vivía en Florida. A ese nido de extremistas Sheinbaum envió a Escandón como representante de su gobierno.
En su denuncia de hechos, Ochoa incorporó un párrafo que parece salirse de contexto, pero que se inscribe en una línea de pensamiento que existe en el Pentágono desde 2005 en sus mapas de seguridad nacional.
“El estado se convirtió en un corredor incontrolable para el tráfico de drogas, el tráfico de personas y el tránsito de individuos vinculados a organizaciones extremistas como Al Qaeda, Hezbollah y las FARC”, escribió. No se sabe la fuente de inspiración de Ochoa para incorporar estas líneas, pero es una segunda trampa para captar la atención de a quienes va primariamente dirigida en Washington.
Narcotráfico, fentanilo, cárteles de las drogas, chinos y migración van en el mismo paquete del discurso generalizador de la administración Trump. Durante el gobierno de Escandón llegó a Chiapas el Cártel Jalisco Nueva Generación a disputarle la plaza al Cártel de Sinaloa, que por más de 30 años fue su dueño para el tráfico de drogas, cohabitando con Los Zetas en la región, que se enfocaron al tráfico de personas y la trata. Los cárteles no introducen fentanilo o precursores químicos para fabricarlo por la frontera sur, pero mantienen el negocio de la cocaína y el tráfico humano, que les abastece el Clan del Golfo, un cártel que surgió de los grupos paramilitares que enfrentaron al Cártel de Medellín en Colombia, la principal organización criminal en la actualidad en ese país.
La denuncia de hechos de Ochoa comenzó a jalar las miradas de los sectores más radicales del trumpismo. Breitbart News lo alertó y este jueves varias publicaciones digitales de extrema derecha retomaron el documento. Nombrar cónsul en Estados Unidos a Escandón, a sabiendas de lo que pensaban y decían Trump y su equipo más cercano sobre los cárteles y el gobierno mexicano, fue un error táctico. Enviarlo a Miami pareció una burla.
¿En qué estaría pensando la Presidenta cuando lo hizo? Para protegerlo, como le habían pedido, no era obligado que fuera en Estados Unidos. México tiene más de 20 consulados sin contar los que existen en ese país, a donde podría haberlo escondido, pero hizo lo contrario. ¿En qué estaba pensando Sheinbaum? ¿Nadie en su gabinete o su equipo le explicó el potencial costo de mantenerlo en el gobierno? Su decisión fortalece la idea que tienen de que el gobierno tiene una alianza con los cárteles de las drogas, donde Escandón es un gran ejemplo: el gobernador del estado por donde entra la migración terrestre, que entregó Chiapas a los criminales sin combatirlos y que, por ser parte del movimiento, lo premió la Presidenta.