Agencias/Sociedad 3.0
La muerte de Daniel Bisogno ha dejado un gran vacío dentro de la industria del entretenimiento, siendo recordado no solo por su talento y carisma, sino también por los momentos más íntimos y conmovedores que compartió con su familia. Uno de los recuerdos que más ha impactado a sus seres queridos y seguidores es la despedida que tuvo con su hija Michaela, al pensar que su tiempo en este mundo estaba llegando a su fin.
Durante los últimos meses de su vida, Bisogno se enfrentó a una grave crisis de salud que lo mantuvo hospitalizado en varias ocasiones. En medio de este doloroso proceso, compartió con su colega Pati Chapoy las palabras que le dirigió a su hija, quien fue fundamental para su fortaleza y resistencia durante la enfermedad.
«Ven, gordita, papito va a entrar al hospital, pero no quiero que nunca se te olvide que jamás vas a encontrar una persona que te amo tanto como te he amado yo y que tú me hiciste la persona más feliz del mundo. Quiero que seas feliz, que siempre te rías, que estés contenta», fueron las emotivas palabras de Bisogno, quien le pidió a su hija que no se dejara atrapar por la tristeza si algo llegaba a sucederle.
El conductor, consciente de lo difícil que sería su ausencia, también expresó su deseo de que Michaela lo recordara con una sonrisa, a través de los momentos divertidos que compartieron juntos. «Quiero que tengas la oportunidad de buscar todos los ridículos que hizo tu papá, porque en algún momento, cuando estés más grande y te sientas triste, te vas a reír y vas a decir, mi papá es chistoso», añadió, dejando un legado de risas y amor.
Aunque esas palabras fueron de despedida en un momento en que pensaba que podría no volver a ver a su hija, no fueron su última conversación. Estas palabras fueron previas a uno de sus ingresos al hospital, pero el amor que expresó hacia su hija Michaela es ahora un testimonio eterno de su devoción y la huella profunda que dejó en su vida.