Quiérase o no en el México de hoy el partido dominante es MORENA, así lo diagnostica el número de gobiernos estatales bajo su égida, su dominio en el Congreso General y en la mayoría de las legislaturas locales y el gran número de municipios importantes a su cargo, no es el PRI redivivo, pero en predominio político se asemejan porque además gobierna la república mexicana. En Veracruz, la oposición al partido oficialista permanece aturdida, aun no se estabiliza después de la enorme derrota electoral de 2024: de los tres partidos opositores solo el PAN augura una pugna electoral de posible competencia, porque Movimiento Ciudadano pese a contar con buena dirigencia estatal no ha alcanzado un nivel de convocatoria suficiente para competirle a la trinidad oficialista; de la oposición, en Veracruz el PRI ha perdido su glamour, ya no concita el fervor ciudadano, se asemeja a un gran árbol carcomido por dentro, inhabilitado ya para volver a florecer.
Convertido en un apetecible panal rebosante de miel, a MORENA le sobran candidatos, no pocos devenidos del oportunismo y de actividades non sanctas. Como lo describe su senador Manuel Huerta respecto de un precandidato experredista, en Acayucan: “tremendos delincuentes que se están apuntando en nuestro Movimiento”. En el PAN el entusiasta abogado Jhony Archer espera registrarse como candidato ciudadano y para apuntalarse ha realizado una intensa promoción entre grupos representativos en la ciudad de Xalapa; obviamente, como partido de cuadros el PAN incuba cacicazgos regionales, lo es el encabezado por Joaquín Avilés, tres veces alcalde de Tantoyuca y su familia ha gozado de los tributos del poder regional, no pudieron sin embargo obtener su triunfo en el Distrito Electoral en 2024. Otro enclave de cacicazgo político es el de la conurbación Veracruz Boca del Río donde difícilmente el PAN podrá repetir los triunfos del dorado antaño, En Córdoba donde MORENA ha postulado perfiles de muy cuestionada capacidad para la gobernanza, el PAN tiene en Gerardo Buganza una carta bastante recomendable y de indudable convocatoria ciudadana. En Xalapa, para el PRI ha surgido como tabla de salvación la precandidatura de Silvio Lagos Galindo, quien podría sacrificarse o auto inmolarse en un gesto de correspondencia con el partido que le dio oportunidad para participar políticamente. Otros más aparecerán para el PRI en Coatzacoalcos, en Orizaba, en Cosoleacaque, etc. No será esta elección un laboratorio para poder diseñar un diagnostico para el 2027 porque son elecciones muy diferentes, sin embargo, arrojará luz sobre el semblante de cada partido, de si se van o se quedan.