Este miércoles, varios políticos republicanos arremetieron contra el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, luego de que afirmara falsamente que Ucrania inició el conflicto con Rusia.
El exvicepresidente Mike Pence fue uno de los primeros en responder, señalando que la guerra fue iniciada por Rusia con una «invasión brutal y sin provocación». A través de su cuenta de X, Pence enfatizó que el camino hacia la paz debe basarse en la verdad.
Trump, en declaraciones recientes, aseguró que Ucrania tuvo oportunidades de negociación pero que «nunca debieron haber empezado» la guerra. Estas afirmaciones generaron indignación entre varios miembros del Partido Republicano.
Liz Cheney, excongresista y una de las voces más críticas de Trump dentro del partido, calificó su postura como una traición a los principios conservadores: «Su devoción a Putin, su abandono de Ucrania y sus mentiras sobre la historia son la antítesis de todo lo que defendía Ronald Reagan», escribió en redes sociales.
John Bolton, exconsejero de Seguridad Nacional durante el mandato de Trump, calificó sus declaraciones como «algunas de las más vergonzosas que haya hecho jamás un presidente estadounidense».
Por su parte, el excongresista Adam Kinzinger lanzó duras críticas, llamando a Trump «un traidor» y exigiendo a los republicanos elegir un bando.
Las declaraciones de Trump surgieron tras reportes sobre negociaciones entre Estados Unidos y Rusia en Arabia Saudita para poner fin al conflicto, sin incluir a Ucrania en las conversaciones. Además, el expresidente acusó al mandatario ucraniano Volodímir Zelenski de ser un «dictador» y de no contar con el respaldo de su pueblo.
Estas reacciones evidencian la creciente división dentro del Partido Republicano respecto a la postura de Trump sobre el conflicto en Ucrania y su aparente alineación con el presidente ruso, Vladímir Putin.
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