Agencias/Sociedad 3.0
El cantante Gerardo Ortiz, de 35 años, se declaró culpable de un cargo de conspiración por violar la Ley Kingpin, una legislación estadounidense que sanciona a personas y entidades extranjeras vinculadas al tráfico internacional de narcóticos.
Ortiz admitió haber participado en al menos seis conciertos organizados en México por un promotor relacionado con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Dicho promotor, Jesús Pérez Alvear, conocido como «Chucho», fue sancionado en 2018 por el Departamento del Tesoro de EE.UU. por presunto lavado de dinero. Pérez Alvear fue asesinado en diciembre de 2024 en un restaurante de la Ciudad de México.
Hasta ahora, la declaración de culpabilidad de Ortiz se había mantenido en secreto mientras colaboraba con el Buró Federal de Investigaciones (FBI) en la investigación contra Ángel del Villar, dueño de la disquera Del Records, quien representó al cantante durante su carrera musical.
El juicio contra Del Villar comenzó este lunes en una corte de Los Ángeles. El productor enfrenta acusaciones similares por presuntamente violar la Ley Kingpin, aunque se ha declarado inocente. Sus abogados confían en que el jurado lo absolverá.
El Departamento de Justicia de EE.UU. señala que Del Villar y Pérez Alvear habrían mantenido vínculos estrechos con el CJNG. Esta revelación pone nuevamente en el ojo del huracán a la industria de la música regional mexicana, debido a sus presuntas conexiones con el crimen organizado.
El caso ha generado un amplio debate sobre la relación entre el entretenimiento y las redes del narcotráfico, mientras las autoridades continúan investigando a fondo estos vínculos. Se espera que en los próximos días se revelen más detalles sobre el juicio y las implicaciones para los involucrados.