Que los radicales de la CNTE y los del oficialista y antaño pasivo SNTE coincidan en rechazar la iniciativa de ley presentada por la Presidente Sheinbaum, tiene muchas implicaciones. Es evidente: si aún no es ruptura, al menos sí amago de guerra de los maestros extremistas. Y eso que ellos han sido base de apoyo para Morena y el proyecto de López Obrador. Pero hay más: pensiones y jubilaciones es uno de los rubros en los que las finanzas públicas no tardan en estallar. También se notan, de nuevo, la improvisación y la ocurrencia: nadie se preocupó por consultar a los expertos en el tema. Tampoco hubo un poco de cortesía para informar a los afectados. Soberbia pura. Pero da para más: ¿hay alguien que realice un poco de operación política para la Presidente?, ¿a qué se dedica la Secretaria de Gobernación?, ¿es deliberado que una tras otra, las iniciativas legislativas de doña Claudia se derrumben como castillos de naipes?