
Agencias/Sociedad 3.0
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, reconoció que la distribución fronteriza del agua pactada entre México y Estados Unidos se ha visto afectada por la escasez del líquido, pero aseguró que su gobierno está atendiendo el problema tras el reclamo del Gobierno de Texas.
Durante su conferencia matutina desde Palacio Nacional, la mandataria explicó que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) están trabajando para resolver la situación. «Se está atendiendo (…) porque salió ayer el gobernador de Texas (Greg Abbott) y se está atendiendo por parte de Conagua y CILA, que es quien se encarga de revisar este tratado», señaló.
Sheinbaum reconoció que en la zona fronteriza, específicamente en los estados que colindan con Texas, «ha habido menos agua, esa es parte del problema». Sin embargo, destacó que recientemente se firmó un acuerdo para atender la situación. «Se va a atender, para que se conozca, ya se está atendiendo», reiteró.
Las declaraciones de la presidenta se dan en respuesta a las presiones de legisladores texanos, quienes pidieron al Gobierno de Estados Unidos incluir en las negociaciones arancelarias con México medidas para garantizar el cumplimiento del Tratado de Aguas de 1944. Según los legisladores, México no ha cumplido con sus obligaciones en las últimas tres décadas, lo que ha generado pérdidas económicas estimadas en 993 millones de dólares anuales en el sur de Texas debido a la falta de agua para la irrigación.
El reclamo de Texas se suma a las tensiones bilaterales entre México y Estados Unidos, que incluyen la amenaza de imponer aranceles del 25% a productos mexicanos como medida de presión para fortalecer el combate al tráfico de fentanilo y la migración indocumentada.
Sheinbaum indicó que su gobierno esperará hasta el 2 de abril, fecha en la que Estados Unidos tiene previsto aplicar los nuevos aranceles, antes de decidir sus acciones. Mientras tanto, reiteró su compromiso de atender el tema del agua de manera prioritaria y en coordinación con las autoridades estadounidenses.
Este conflicto resalta la complejidad de las relaciones bilaterales entre ambos países, donde temas como el agua, el comercio y la seguridad siguen siendo puntos clave de negociación y, en ocasiones, de fricción. Las autoridades de ambos lados de la frontera continúan trabajando para encontrar soluciones que beneficien a las comunidades afectadas.