Expresión Ciudadana
Carlos A. Luna Escudero
La seguridad en Xalapa, la capital del estado de Veracruz, es un tema que preocupa cada vez más a sus habitantes. A pesar de los esfuerzos de las autoridades locales y estatales, los índices de percepción de inseguridad han aumentado considerablemente en el último año, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
En los últimos años, la seguridad pública en Xalapa ha experimentado un deterioro significativo. La Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) revela que más del 60% de la población se siente insegura en la ciudad. Los delitos más frecuentes incluyen robo a casa habitación, asaltos en la vía pública, extorsiones y homicidios.
El tráfico de drogas y la presencia del crimen organizado han generado zonas de alto riesgo en diversos puntos de la ciudad. Colonias como Progreso Macuiltépetl, Revolución, El Dique y Emiliano Zapata han sido señaladas como focos rojos donde la delincuencia opera con impunidad.
A esto se suman hechos violentos recurrentes que han sembrado el miedo entre la población. La madrugada del 23 de marzo, un ataque armado en el bar «Los Wichis» dejó a una joven con heridas de bala en el rostro. Este establecimiento ya había sido atacado previamente en noviembre de 2024 tras una riña entre clientes. Además, hace algunos años, una balacera en el bar «La Bartola» resultó en dos personas muertas y cuatro heridas, incluyendo miembros de la Orquesta Mayave.
Otro hecho alarmante ocurrió el 12 de octubre de 2024, cuando se activó el código rojo tras la ejecución de un hombre cerca de la terminal de Autotransporte Banderilla. La persecución de los agresores culminó en una balacera, dejando como saldo la detención de varios sujetos y el aseguramiento de armas y vehículos.
Además, el hallazgo de cadáveres en la vía pública se ha vuelto frecuente. Vecinos de la colonia Villa Real encontraron el cuerpo de un hombre con signos de violencia. Otro caso ocurrió en la colonia Plan de Ayala, donde fue localizado un cuerpo en avanzado estado de descomposición en un barranco. De igual forma, un hombre fue hallado sin vida en el Paseo de Los Lagos, sin que hasta el momento se conozca la causa de su muerte.
Así también, Xalapa enfrenta una crisis en la movilidad urbana y la falta de regulación del transporte público, lo que ha provocado un incremento en delitos dentro de taxis y autobuses. Asimismo, el crecimiento desordenado de la ciudad y la insuficiencia de espacios públicos iluminados han contribuido al aumento de la violencia nocturna.
En el último mes, a lo largo del estado de Veracruz ha habido levantones a jóvenes entre 14 y 18 años, sabiéndose especialmente en Xalapa de aproximadamente 4. Estas desapariciones hacen recordar un reportaje publicado por The Guardian en 2016 que arroja luz sobre un episodio aterrador de la historia reciente de Xalapa: la desaparición de al menos 50 mujeres en tan solo tres noches de noviembre de 2011. Este hecho, que pasó casi inadvertido en los medios locales y en la conversación pública xalapeña, es un reflejo del clima de violencia, corrupción e impunidad que ha marcado a Veracruz en las últimas décadas.
El silencio mediático y social en torno a estos eventos pone de manifiesto la indiferencia con la que, en muchas ocasiones, se han tratado los casos de desapariciones forzadas en el estado. Mientras que la prensa internacional documentaba estos crímenes y señalaba la posible implicación de redes de trata vinculadas a la política y al narcotráfico, en Xalapa apenas se hablaba de ello. ¿Por qué? ¿Quiénes se beneficiaron de ese silencio?
Las historias de Lizbeth Amores, María de Jesús Marthen, Karla Saldaña y Luisa Quintana son solo algunas de las muchas que conforman un patrón alarmante. Mujeres jóvenes, de origen humilde en su mayoría, desaparecieron sin dejar rastro tras acudir a fiestas o ser vistas con miembros del crimen organizado. Según el reportaje, muchas de ellas eran empleadas en eventos exclusivos donde convivían políticos y miembros del cártel de los Zetas. Su conocimiento de estas relaciones ilícitas pudo haber sellado su destino.
Es alarmante que la desaparición de tantas jóvenes no haya generado una respuesta contundente de la sociedad xalapeña en su momento. La indiferencia y la impunidad no solo perpetúan el crimen, sino que lo normalizan. La pregunta que queda en el aire es: ¿hasta cuándo seguiremos ignorando estos horrores?
El tema de la seguridad pública en Xalapa vuelve a estar en el centro del debate tras declaraciones contradictorias entre autoridades y empresarios. Mientras las autoridades municipales y estatales niegan la existencia de extorsiones y cobros de piso en la ciudad, la COPARMEX, a través de su titular Juan Carlos Díaz, confirma que estos delitos son una realidad que afecta al sector empresarial.
Según Díaz, los casos han sido expuestos ante las autoridades estatales, incluyendo al secretario de Seguridad Pública, Alfonso Reyes Garcés, y al secretario de Gobierno, Ricardo Ahued Bardahuil. En respuesta, se han implementado medidas como la creación de un chat de seguridad para reportar incidentes. Sin embargo, los empresarios insisten en la urgencia de reforzar la seguridad, ya que la extorsión, tanto en su modalidad de cobro de piso como en llamadas telefónicas, sigue en aumento.
Otro aspecto preocupante es la respuesta insuficiente de las autoridades. La Policía Municipal no cuenta con los elementos suficientes para cubrir toda la ciudad, y la capacitación de los agentes es deficiente en muchos casos. La corrupción dentro de los cuerpos de seguridad sigue siendo una barrera para generar confianza en la ciudadanía.
Actualmente, la Policía Municipal de Xalapa cuenta con 472 elementos activos, un número insuficiente para garantizar la seguridad en toda la ciudad. De acuerdo con la norma nacional del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Xalapa debería contar con al menos 900 policías para cumplir con los estándares de cobertura. Si se aplicara la norma internacional de la ONU, este número se elevaría a 1,400 elementos.
Sin embargo, el alcalde capitalino ha sido claro: no habrá más contrataciones en 2025. En cambio, el presupuesto se destinará a equipamiento, compra de motocicletas, vehículos y cámaras de solapa para los elementos actuales. Además, el Ayuntamiento ha decidido invertir en atender la crisis hídrica, dejando en un segundo plano la ampliación de la fuerza policial.
Xalapa ha sido durante años un punto estratégico para el crimen organizado. Bandas de narcotraficantes operan en la ciudad desde hace décadas con la presunta complicidad de autoridades locales y estatales. Zonas como El Dique, la colonia Revolución y los alrededores de la calle Ferrocarril Interoceánico son señaladas por los propios habitantes como mercados de venta de drogas.
El cobro de derecho de piso, los asesinatos por ajustes de cuentas y la violencia relacionada con el tráfico de estupefacientes son realidades que la ciudadanía enfrenta a diario.
Xalapa también enfrenta una crisis de seguridad en términos de violencia de género. En 2024, la ciudad lideró la lista de municipios con más feminicidios en Veracruz, registrando cinco casos, según el Observatorio Universitario de Violencias contra las Mujeres de la Universidad Veracruzana. Asimismo, se reportaron 110 mujeres desaparecidas en la capital veracruzana, una cifra alarmante que refleja la urgencia de políticas públicas efectivas para frenar la violencia de género.
El incremento de la percepción de inseguridad en Xalapa es alarmante. Según la ENSU, el porcentaje de ciudadanos que se sienten inseguros pasó del 41.6% en 2023 al 62.2% en 2024, un aumento del 20.6%.
Las zonas más peligrosas identificadas por la población incluyen cajeros automáticos en vía pública, el transporte público y las calles poco iluminadas.
Además, el 31.1% de los hogares xalapeños reportaron haber sido víctimas de robo, extorsión o fraude en el último año. La corrupción dentro de los cuerpos policiales también es un factor que contribuye a la desconfianza ciudadana. En Xalapa, el 44.8% de las personas que tuvieron contacto con autoridades de seguridad reportaron haber sido víctimas de actos de corrupción.
Para revertir la crisis de inseguridad en Xalapa, se ha consultado con expertos del tema, militares, académicos y policías de carrera con vasta experiencia, mismos que señalan que es necesario un enfoque integral que contemple las siguientes acciones:
- Reclutamiento y Capacitación Policial: Aumentar el número de policías hasta alcanzar los estándares nacionales e internacionales. Implementar programas de capacitación continua en derechos humanos, protocolos de actuación y proximidad social.
- Redes Vecinales de Seguridad: Fomentar la participación ciudadana mediante redes de seguridad en colonias vulnerables. Estas redes permiten una comunicación directa con las autoridades y ayudan a prevenir delitos mediante la vigilancia comunitaria.
- Uso de Tecnología en la Seguridad: Implementación de cámaras de vigilancia en puntos estratégicos, sistemas de reconocimiento facial y drones de patrullaje para mejorar la vigilancia en tiempo real.
- Fortalecimiento de la Policía de Proximidad: Crear una policía especializada en proximidad social para generar confianza entre la ciudadanía y mejorar la respuesta ante delitos menores y conflictos vecinales.
- Atención a la Violencia de Género: Implementar protocolos especializados para la protección de mujeres en riesgo, reforzar las unidades de atención a víctimas y mejorar la coordinación entre la Fiscalía y la Policía Municipal.
- Programas de Prevención del Delito: Crear campañas para la prevención del narcomenudeo, la violencia intrafamiliar y la delincuencia juvenil mediante programas educativos, culturales y deportivos.
- Combate a la Corrupción: Aplicación de estrictos controles de confianza para elementos de seguridad pública y sanciones ejemplares para quienes incurran en actos de corrupción.
- Reestructura del Transporte Público y Seguridad Vial: Implementar operativos para mejorar la seguridad en el transporte público, garantizar rutas seguras y regular el tránsito para reducir los accidentes y mejorar la movilidad urbana.
- Coordinación Interinstitucional: Fortalecer la cooperación entre los tres niveles de gobierno para compartir información, recursos y estrategias en el combate a la delincuencia.
El problema de seguridad en Xalapa es complejo y requiere un enfoque integral. No basta con mejorar el equipamiento de los policías si el número de elementos sigue siendo insuficiente. Tampoco es suficiente realizar operativos esporádicos si el crimen organizado sigue teniendo presencia en diversas colonias de la ciudad.
La ciudadanía exige soluciones concretas y a largo plazo. La falta de recursos y la corrupción dentro de las corporaciones de seguridad solo profundizan la crisis. Si bien el gobierno estatal ha mostrado disposición para atacar el problema, la percepción de inseguridad sigue en aumento y la confianza en las instituciones se mantiene baja.
Xalapa está en una encrucijada: o se toman medidas contundentes para recuperar la paz en la ciudad, o la capital del estado de Veracruz seguirá siendo un territorio donde la delincuencia tiene el control.