Agencias/Sociedad 3.0
La administración del presidente Donald Trump mantiene su postura firme frente a China luego que el país asiático anunciara un aumento de aranceles del 84% al 125% sobre productos estadounidenses, medida que entrará en vigor hoy.
La portavoz presidencial Karoline Leavitt declaró que «a China no le conviene seguir tomando represalias», destacando la fortaleza de la economía estadounidense. «Estados Unidos es la economía más fuerte del mundo, como lo demuestran los más de 75 países que han pedido llegar a un acuerdo», afirmó.
Por su parte, el Comité de Aranceles Aduaneros chino calificó las medidas de EE.UU. como «violatorias de las normas del comercio internacional» y ejemplos de «acoso y coerción unilateral». China mantendrá los aranceles totales del 145% anunciados previamente por Trump.
Leavitt evitó confirmar si ya existen contactos directos entre ambos gobiernos, pero expresó el optimismo de Trump sobre alcanzar eventualmente un acuerdo. «El presidente quiere hacer lo correcto para el pueblo estadounidense», señaló.
La escalada arancelaria ha generado preocupación en los mercados internacionales, con caídas en las principales bolsas mundiales ante el temor de una posible recesión global. Analistas señalan que ambos países entran en un periodo de transición económica que podría extenderse.
Mientras tanto, la administración Trump mantiene su tregua arancelaria de 90 días con otros socios comerciales, excluyendo específicamente a China de este beneficio. La portavoz reiteró que el objetivo final es «renegociar una agenda comercial global» que considere más justa para los intereses estadounidenses.