La economía mexicana enfrenta una perspectiva compleja y difícil para 2025. Recientemente el Banco de México (Banxico) aumentó sus proyecciones de una posible recesión. El año comenzó con una contracción del -0.2% en el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) y un crecimiento nulo a tasa anual. Sectores como la industria manufacturera (-0.9%), la construcción (-6.4%) y el comercio mayorista (-4.7%) han reportado retrocesos. De continuar con esta tendencia, el país podría entrar en una recesión que afectaría el consumo y la inversión.
En este contexto, México necesita fortalecer sus ingresos públicos, sin implementar nuevos impuestos, de acuerdo a la narrativa presidencial. Por ello, es importante atender las causas que menguan los recursos fiscales. Hace unas semanas, el gobierno federal aseguró 18 millones de litros de combustible ilegal en Altamira, Tamaulipas y Ensenada, Baja California, poniendo de manifiesto el grave problema que constituye el “huachicol fiscal”. Esta actividad delictiva no solo afecta las finanzas nacionales, sino que también compromete la cantidad, calidad y trazabilidad de los hidrocarburos que se distribuyen en nuestro país.
El huachicol fiscal se refiere a la importación y distribución de combustibles sin cumplir con las obligaciones fiscales pertinentes, particularmente el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) y el Impuesto al Valor Agregado (IVA). Esta práctica se lleva a cabo mediante el uso de fracciones arancelarias incorrectas, clasificando los combustibles como productos exentos de impuestos como lubricantes, para evadir el IEPS. Además, se subregistra el volumen de los productos importados, reduciendo así el pago del IVA. También se han identificado casos de facturación falsa o inexistente, utilizando documentos fraudulentos para legitimar operaciones y evitar el pago de impuestos.
De acuerdo a la Onexpo Nacional, organización que representa a la industria de los hidrocarburos líquidos en México, el huachicol fiscal representa una discrepancia de 40 millones de litros diarios entre las exportaciones de combustible desde Estados Unidos y las importaciones registradas en México. Este desfalco a los ingresos fiscales, afectan a los impuestos al consumo, particularmente al IEPS y al IVA.
De acuerdo El Economista, en 2024 el huachicol fiscal provocó pérdidas al gobierno federal de 177,170 millones de pesos, equivalentes en promedio a 485 millones de pesos diarios. Es decir, el 44% de toda la recaudación de IEPS a gasolinas y diésel. Este monto representa prácticamente todo el presupuesto de la Secretaría de Energía (Sener) en ese mismo año, que fue de 179,115 millones de pesos. El diputado Federico Doring denunció que las pérdidas por evasión fiscal en los últimos 6 años alcanzaron 554 mil millones de pesos, monto superior a la corrupción detectada en obras como la Estela de Luz, la Estafa Maestra y Segalmex juntos.
Lo grave es que, después de los impresionantes operativos llevados a cabo para incautar millones de litros de combustible ilegal y que incluyen un buque tanque, decenas de tractocamiones, vehículos diversos, depósitos para almacenaje y personal, las investigaciones no progresan con mayor celeridad y aún no se haya identificado a los responsables.
Además, el huachicol que deriva en el huachicol fiscal también ha ocasionado accidentes y pérdida de vidas humanas. El 18 de enero de 2019, en Tlahuelilpan, Hidalgo, una fuga descontrolada de gasolina provocó la muerte de 137 personas. Ese mismo año, el gobierno cerró ductos y movilizó al ejercito con el pretexto de combatir el robo de hidrocarburos, provocando desabasto de combustible, caos logístico e incremento de precios en varios estados de la república. Para atender el problema se implementó el “Plan Conjunto para Combatir el Robo de Hidrocarburos”, en donde, entre otras acciones, se anunció la inversión por 85 millones de dólares para la adquisición de 571 pipas que serían compradas en el extranjero bajo un esquema de adjudicación directa, contratos que ascendieron a 100 millones de dólares por 612 equipos, aunque en abril de 2019 solo operaban 428 bajo el cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Entre enero de 2019 y agosto de 2024, los Sistemas de Seguridad y Monitoreo de Pemex registraron más de 72 mil tomas clandestinas a nivel nacional, siendo el estado de Hidalgo el más “ordeñado” del país. De acuerdo a diversos cálculos el impacto económico que deja el robo de hidrocarburos es multimillonario. Pemex, deja de percibir cada año unos 6,600 millones de pesos.
Las pérdidas fiscales derivadas del huachicol fiscal no solo representan una merma significativa para las arcas públicas, sino que también reflejan oportunidades perdidas para fortalecer sectores esenciales como salud, educación, ciencia, entre otros temas importantes para el desarrollo nacional. Por ejemplo, el presupuesto 2025 para infraestructura carretera de 35 mil millones de pesos, representa apenas una quinta parte de las pérdidas fiscales. En Salud, se duplicarían los fondos para el IMSS bienestar, al igual que el monto destinado para becas educativas. En ciencia y tecnología, se cuadruplicaría el valor actual.
Para disminuir este grave problema, es necesario realizar acciones de detección y prevención utilizando tecnología, como ondas sonoras para detección acústica de fugas. Sensores de fibra óptica para detectar cambios en la tubería causados por fugas. Termografía infrarroja para detectar diferencias de temperatura en la superficie de la tubería. Inyección de gas trazador en el sistema de tuberías. Análisis del punto de presión para identificar caídas de presión anormales.
También es posible utilizar tecnologías de teledetección. Drones equipados con cámaras y sensores. Imágenes hiperespectrales y multiespectrales. Implementación de redes de sensores con Internet de las cosas (IoT) a lo largo de las tuberías para monitorizar la presión, el caudal y la temperatura en tiempo real. Redes de Sensores Inalámbricos (WSN) para monitorear parámetros ambientales y detectar actividades inusuales cerca de las tuberías. Sensores Inteligentes portátiles para detectar caídas de presión. Blockchain para rastrear el combustible desde su origen hasta el punto de venta, garantizando la transparencia y la rendición de cuentas.
Resolver el huachicol fiscal implica combatir y desarticular las redes de evasión que drenan recursos fundamentales para el desarrollo del país. Requiere voluntad política y estrategias integrales que aprovechen el poder de la tecnología, promuevan la colaboración inter institucional y un compromiso colectivo para avanzar hacia la construcción de un México más justo, eficiente y sostenible para las futuras generaciones.
Ideario en perspectiva
Con base en la experiencia acumulada respecto a sus acciones, la eliminación de CompraNet no responde a un propósito de modernización o innovación para mejorar la eficiencia de las compras gubernamentales. Por el contrario, representa un retroceso que favorecerá la opacidad, la corrupción, la discrecionalidad y el favoritismo en la asignación de contratos.