Sin tacto
Por Sergio González Levet
Bien decía Isaac Asimov que la violencia es el último recurso que utilizan los sabios. Y lo es porque resulta el más oneroso en todos los sentidos: el económico, pero también el humano, el moral, el material…
Por inferencia, la violencia es entonces el primer recurso que utilizan los tontos, los ignorantes. Por lo general, una persona culta, preparada, es pacífica y pacificadora.
En ese orden de ideas, la violencia se ha enseñoreado en Veracruz y la fuerza bruta ha ganado terreno ante la inteligencia. La materia fecal está ocupando el lugar de la materia gris, si me disculpan la turbia franqueza.
Ante los hechos delictuosos que han manchado el proceso electoral municipal, debemos atender a un hecho cierto: el Gobierno no ha sido culpable, aunque no deja de ser el responsable de poner solución pronta y completa al problema.
El atentado armado de antier contra la casa de campaña de Xóchitl Tress Rodríguez, en el que perdió la vida la compañera reportera Avisak Douglas -una madre veracruzana y una periodista más inmolada en el cumplimiento de su oficio-, abona trágicamente al índice de delitos contra la existencia humana que se han cometido en esta complicada renovación de las 212 autoridades municipales del Estado de Veracruz.
Sin embargo, señalar a la autoridad local por el crimen no deja de ser una reacción sin fundamento real y sin pruebas. Nombrar a cualquier posible autor intelectual en este momento primigenio de la investigación, es querer ganarle al tiempo a costa de la verdad, que se irá revelando en la medida en que avancen las pesquisas.
Estamos a menos de dos semanas del domingo 1º de junio y por eso el ambiente se ha ido calentando hasta el rojo vivo en algunos municipios en los que se barajan intereses encontrados.
El propio partido oficial ha sufrido el embate del fuego cruzado para sus propios candidatos, lo que significa que no hay tregua para nadie ni blindaje que sirva contra las balas asesinas del crimen organizado o de los sicarios contratados de manera personal, si es el caso.
Contra la ira desatada no nos queda más que la templanza ciudadana y el trabajo que deberá ser extraordinario y ya lo es de las autoridades de los tres niveles de gobierno.
Estamos en días muy difíciles y arduos para la paz de la población de Veracruz. La solución real está solamente en la participación conjunta y abrumadora de las mujeres y los hombres de esta esforzada tierra, para conseguir que la paz sea para todos, como pidió Jesús.