Este miércoles concluye el periodo establecido por la norma electoral para las campañas de promoción política de quienes aspiran a formar parte de los nuevos ayuntamientos en cada uno de los 212 municipios veracruzanos, en consonancia con ese proceso también ha sido posible escuchar el eco de las campañas de quienes aspiran a jueces, magistrados y ministros que por vez primera en México lo serán mediante el voto ciudadano. Para la elección municipal, por experiencias previas, la ciudadanía cuenta con múltiples elementos a la mano para decidir por quien emitirá su voto, no así en el caso de la elección judicial que por inédita su diseño resulta bastante complicado. Se observa intensa participación política en las campañas municipalistas, en cambio, mucha confusión en lo relativo a la elección judicial, mucho de esto se debe a lo inusual que resulta a un jurista discursear con lenguaje ajeno a sus tecnicismos habituales para promover una elección nunca ejercitada en este país. Para la elección municipal se requiere de cada candidato claridad y equilibrio en sus propuestas y esclarecido conocimiento del contexto que aspira a gobernar. Para la elección judicial es requisito adicional demostrar manejo de la técnica jurídica, aunque para ambas facetas de candidaturas el valor agregado, aparte del conocimiento de sus respectivos temas, es la facilidad para comunicarse. En una democracia inmadura la retórica fluida es herramienta fundamental porque “apantalla” y contribuye a ganar adeptos.
En otro orden de ideas, las experiencias recogidas de este proceso servirán a los estrategas de cada partido para formular las acciones a seguir en subsiguientes experiencias electorales. de allí que las fuerzas opositoras podrán abrevar de las incidencias de los procesos municipales de Veracruz y de Durango para extraer conclusiones. Se trata de dos contextos políticos diferentes porque en Durango la competencia es por 39 ayuntamientos, allá gobierna el PRI y se configuró la alianza electoral PRI-PAN, lo cual no fue posible concretar en Veracruz. Pero en el contexto actual a estos partidos históricamente contrastantes las circunstancias los han obligado a caminar unidos. Las condiciones pudieran variar para la elección intermedia de 2027 por la que se elegirán nuevos integrantes de la Cámara Baja y estarán en juego 16 gubernaturas, para entonces habrá nuevos partidos, que por ley deben competir sin aliarse a otras siglas, ¿el PRI y el PAN volverán a formar alianza? Las circunstancias darán su veredicto.