La ciencia, la alimentación y los mejores hábitos nos han hecho vivir mucho más. Aunque el COVID redujo un poco la expectativa de vida, ésta recuperó pronto su tendencia a crecer. Pero hay un grave error de percepción: envejecer no significa necesariamente hacerlo con calidad de vida. «Adulto mayor» suele ser sinónimo de enfermedades crónicas, muchas de ellas graves, complejas y extremadamente demandantes.
La atención para los ancianos cuesta mucho dinero, genera impactos muy serios dentro de las familias y es fuente de conflictos y penurias. Solemos esconderlo bajo la alfombra pero el tema existe en México y es grave: abandono, violencia, despojos patrimoniales y mucha indignidad en el trato a un número cada vez mayor de viejitos.
Por contra, cada vez nacen menos niños. En 1950 el promedio de hijos por mujer en el mundo era de cinco. Se espera que en 2050 sea de menos de dos. Los jóvenes están renunciando sistemáticamente a la paternidad; el envejecimiento de los mayores tampoco ayuda a la procreación.
Algunos analistas apuestan a que el colapso de China no vendrá de Trump ni de los aranceles, sino de la crisis que inevitablemente les costará la política de «sólo un hijo» por familia, cosa que les hará imposible reponer su fuerza de trabajo. Es cierto que los chinitos le apuestan a la automatización, pero ¿llegarán al extremo de sustituir a sus tres millones de soldados con robots? Y luego… ¿cómo van a regenerar su población?
En países como Corea del Sur están tomando medidas desesperadas -y racistas– como «importar temporalmente» a jóvenes filipinas, para que sirvan de niñeras pagadas por el Gobierno para los bebés de las mamás que trabajan. A ver si se animan a engendrar.
En los países nórdicos la cosa es color de hormiga, desde 1990 a la fecha, la población conjunta de Noruega, Dinamarca, Suecia, Islandia y Finlandia, no ha crecido ni diez millones de personas, ¡entre todos!
Y México canta bien las de rancho: por quinto año consecutivo la matrícula escolar en preescolar y primaria cae, cae…
Hay que voltear a ver esto con seriedad y responsabilidad, sin rollos, sin ocurrencias, sin demagogia. No es cosa menor.