Uy, qué duro y peligroso para su persona (imagino yo) el comentario que subió a su Facebook el analista Ángel Verdugo, conocido por sus atinados comentarios en el noticiero nacional de Pascal Beltrán del Río, que es el más exitoso en la actualidad.
Se refirió don Ángel en su comentario sabatino al muy reciente video en el que aparece el presidente López Obrador caminando por algunas habitaciones de Palacio Nacional y explicando a su manera al pueblo que se siente bien, que está bien y que seguirá gobernando como siempre -ay-, una vez que supere los síntomas de la Covid-19, enfermedad de la que se contagió precisamente por no seguir los protocolos de prevención para el contagio: uso de cubre-bocas, sana distancia, resguardo en casa.
El maestro Verdugo es una persona que no tiene pelos en la lengua y dueño de una valentía temeraria, porque dice lo que piensa y piensa lo que dice sin ninguna cortapisa. Es un hombre congruente y seguramente está muy a gusto con su conciencia.
Pero su comentario del sábado, con ser cierto, contundente y duro, roza el límite del peligro, por ser un señalamiento muy fuerte y directo contra la persona y acciones de Andrés Manuel López Obrador, el propio patriarca del morrrenismo nacional. Y se sabe que al señor no le gusta que lo critiquen, y se sabe también que hay muchos fanáticos alrededor de él, que pueden cometer un acto violento y bárbaro.
Empezó don Ángel Verdugo su muy escuchado comentario sabatino así:
“De entrada quiero decirle a usted que habría preferido no ver el video que tuvo a bien el Gobierno de México subir ayer, con motivo de ese intento fallido, e incluso diría ridículo, de querer presentar a López como un hombre que está en franca recuperación. Me dio pena ver a nuestro Presidente en ese estado” (el comentario se puede ver y escuchar en esta liga, si no es que a estas alturas ya la hackearon desde ya sabe usted dónde: https;//youtu.be/fS2YAMkdfN8).
El respetado analista repasa una a una las razones que lo llevan a creer que AMLO no está en condiciones de salud para gobernar a la nación, y pide de manera explícita que renuncie a la más grande responsabilidad pública del país, para que entre una persona que sí tenga la fuerza, la calma y la viabilidad orgánica que son indispensables para llevar un timón tan grande y turbulento.
Me admira la valentía de Ángel Verdugo tanto como su claridad para exponer de manera sencilla un problema complejo. Muchos se han convencido a través de su dicho, y otros se han enfurecido, como es de esperarse,
Yo le digo al maestro que le respeto y al mismo tiempo le pido que se cuide, porque no están los tiempos como para caer en confianzas peligrosas.
Y don Ángel, usted tiene todavía mucho por decir, por el bien de la nación.