Ortiga de la fatal gestión administrativa encabezada por Javier Duarte de Ochoa en Veracruz, Tarek Abdaká no pudo librarse de un embargo por mil 308 millones de pesos impuesto por la Sala Superior del Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TFJA), ordenado por la Auditoría Superior de la Federación (ASF). Abdalá formó parte de la banda que en sinfónica armonía devoraron los recursos públicos de Veracruz durante el mandado constitucional encabezado por quien ahora purga benévola condena en el Reclusorio Norte de la CDMX. Grave fue el daño causado a la entidad que la vorágine de los acontecimientos relega al olvido colectivo, pero, si bien Tarek aún está en el ojo del huracán, la podadora de la justicia debiera alcanzar a esa espesa ortiga que aún florece en el ámbito político veracruzano y que sin escrúpulo alguno pretende seguir usufructuando las mieles del presupuesto público. Allí andan, por su patrimonio los reconoceréis.