Opiniones y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
La despedida-renuncia de Ángel Verdugo como columnista de Excélsior y a su participación en el Programa de Pascal Beltrán del Río, es un durísimo golpe al gobierno de López Obrador. Si de por sí, como que ya no muy se les cree; con esto, por coartar la Libertad de Expresión; pues menos…
Lo escuchaba, pero me incomodaba que de manera despectiva -no solo por la forma; sino por el “tonito”- llamara “López” al Presidente. Tal vez porque fuimos educados de diferente manera…
Valiente y valioso, ciertamente; pero pontificaba. Y La Verdad, pocos son los que la conocen; empezando porque la gente se miente a sí misma y además, viviendo en un mundo donde mentir es un deporte y en la guerra una virtud, el tono imperativo mueve a pensar en arrogancia…
Y es el recurso al que se acude cuando no se puede convencer con la razón. Pero ciertamente que sorprendió a todos al hacerlo durante su participación al aire…
Bien lo dijo Francisco VI señor de La Roche, más conocido como La Rochefoucauld (1613 – 1680) “Los hombres no vivirían mucho tiempo en sociedad, si no se engañaran los unos a los otros”.
Lo que se estila en estos casos, en que los temas y las opiniones incomodan a algún personaje; es que al salir del programa digan que fue el último programa; precisamente para evitar que el despedido diga al aire el porqué. A mi me lo han hecho ya no sé cuántas veces; soy casi experto…
Y sin duda que fue valiente al decir que no podía aceptar que cortaran su Libertad de Expresión. Le deseo lo mejor y sé que así será. Ya que una vez más se prueba que los medios de comunicación están, no en manos de periodistas, sino en manos de comerciantes de las noticias; y por consiguiente el Internet parece ser la única alternativa para seguir en contacto con la audiencia…
Pero por equilibrio, también se debe proponer una solución al golpe a la credibilidad mañanera que deja claro que son iguales. Si yo fuera Presidente, le diría a Ángel Verdugo que le darían un espacio en el Canal del Gobierno, del IPN, o cualquier otro, y que dijera quién le había prohibido tocar determinado tema…
Y cambiando de tema; al de siempre. El coronavirus. ¡Puff!…
Lo mejor es que en Texas el cubreboca ya no es obligatorio -acción que también se tomó en Missisipi- y en el Estado de la Estrella Solitaria regresan a la normalidad a partir del día 10…
Ante la indignación de Biden, que calificó el hecho como pensamiento neandertal. Aunque seguramente seguirán otros Estados el ejemplo; pero ha de parecerle muy civilizado que ratifique el considerar a Venezuela como ¡un peligro! para los EE.UU. las quinceañeras de antes dirían: “Favor que usté me hace”…
Lo cierto de ésta pseudo-pandemia, es que está siendo la pandemia más cara de la Historia y la que más secuelas dejará en las personas que han vivido aterrorizadas durante ya tanto tiempo…
Sobre todo ahora que al show de la pandemia se le agrega el multimillonario negocio Hidra -monstruo mitológico de muchas cabezas que Hércules mató- de las vacunas, que las hacen al vapor -ya hay hasta falsificadas- y ni así alcanzan para todos. Error de cálculo, o negocio rápido…
Pero a pesar de que no hay para todos, el que no esté vacunado será estigmatizado y en la calle señalado por la gente. Y la nación o estado que no vacune a sus ciudadanos, también será señalada y su gente de igual manera estigmatizada…
Lo que de hecho ya sucede en todos los ámbitos. A la gente de la tercera edad no se le permite entrar a determinados establecimientos, o sea, somos vistos como bichos peligrosos…
Y luego sin cubrebocas, bueno, pa qué les cuento amables lectores. Los cobidianos -seguidores a ciegas del televisivo Cobid-19- ya están peor que los Testigos de Jehová; a quienes por cierto, no se les ha visto durante la pandemia…
Con la Reforma Energética las opiniones son completamente antagónicas y la división social ahí también está. Las desatadas campañas de los Partidos Políticos llaman a la confrontación con el no somos iguales. Cuando de lo que se trata es de unir, no de dividir; pero son cosas de la política…
Y así, lo único que se puede esperar para las próximas elecciones, es que, gane quien gane; y repito, gane quien gane -pues en el fondo es un pleito entre mafiosos coludidos y no se sabe quién traiga más mañas- serán impugnadas y habrá desórdenes…
Y habrá grandes cambios en el mundo cuando se reconozca que las drogas son el gran negocio que muchas naciones necesitan. Y se termine esta absurda y perdida guerra; en la que no se ha entendido que la gente se droga por evadir su realidad; y que la forma de combatir los vicios, es brindar otro escenario.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.