En el entendido que todas las entidades donde habrá cambio de gobernador tienen especial relevancia para sus respectivos habitantes, en materia política unas tienen mayor peso que otras, ya por su padrón electoral, o bien por su poderío económico, como es el caso de Nuevo León. Esa entidad norteña es residencia de uno de los grupos de poderío económico de mayor influencia en el país, quita y pone gobernadores y apoya decisivamente, indistintamente del partido, al candidato de su preferencia. No es coincidencia la extensa narrativa de cuanto está ocurriendo en el proceso electoral neoleonés, allí nos enteramos del pugnaz desencuentro entre los candidatos, es el reflejo de la polarización inducida a nivel nacional. Con un revelador video bajaron las preferencias electorales hacia la candidata de Morena, con otro se expuso una supuesta relación de la familia de Samuel García, candidato de MC al gobierno de esa entidad y ahora se publicó que se le investiga por depósitos de empresas fantasmas a su cuenta y lavado de dinero. Priistas, Panistas y “el Bronco” han gobernado Nuevo León después de pasar la criba de “poderoso caballero es don dinero”.