CLAROSCUROS
José Luis Ortega Vidal
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Saúl Héctor Velázquez Vázquez recordaba ante un grupo de reporteros el atentado contra su vida ocurrido durante el año 2017.
No escatimaba detalles: el ataque a manos de un tercio de sicarios, la muerte de dos guaruras, la caída mortal de dos atacantes y su desmayo luego de recibir alrededor de media docena de balazos.
Fue trasladado a un hospital de la ciudad de México y después a Houston, Texas, narraba…
Su familia debió vender un rancho para el pago del servicio médico al más alto nivel que le permitió “seguir en este mundo”.
Transcurría el año 2018, Saúl Héctor fungía como Regidor en el Ayuntamiento de Sayula de Alemán al cual llegó como parte de acuerdos políticos con el alcalde Fredy Ayala González.
La mañana del sábado 15 de febrero del 2019, frente a las oficinas del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Acayucan, sufrió un nuevo ataque.
Esta vez los asesinos no fallaron y se marcharon luego de confirmar el cumplimiento de su objetivo.
Una mujer, compañera de Velázquez Vázquez en el vehículo donde se trasladaban – estacionado en el momento de los hechos- quedó sola presa de la histeria.
Fuentes del PRI consultadas por el reportero dijeron desconocer si el edil sayuleño ejecutado frente a las oficinas del partido tricolor en Acayucan estaba allí por algún compromiso político.
Otras versiones describen la escena mortal frente a la casa con el logo verde/blanco/rojo como un hecho casual.
Hay datos muy claros, confirmados por testimonios orales del propio Saúl Héctor Velázquez Vázquez: planeaba participar como precandidato y de ser posible en calidad de candidato, durante el proceso electoral 2020-2021.
Quería pasar de regidor a alcalde de Sayula de Alemán, Veracruz.
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De nueva cuenta en sábado, pero ahora el 22 de agosto del 2020 y en el municipio de Soconusco, fue ultimado David Hernández Nolasco.
Era director de obras públicas en el Ayuntamiento soconusqueño, a cuyo frente estaba y está el alcalde Rolando Sinforoso Rosas, militante del partido Movimiento Ciudadano.
Al igual que Saúl Héctor Velázquez Vázquez, el director de obras públicas de Soconusco manifestó públicamente su interés por tomar parte del proceso electoral programado entre diciembre del 2020 y el 6 de junio del 2021.
Como Saúl Héctor- de Sayula de Alemán- David deseaba ser alcalde pero de un pueblo vecino: Soconusco.
Murió en pleno centro de su pueblo natal; lo mataron a balazos cerca de su domicilio.
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Ambos casos están registrados por la prensa regional, estatal y nacional.
No aparecen, sin embargo, en estadísticas sobre la violencia electoral 2020-2021.
Al soslayarse, ocurre una visión equivocada: se les ubica como hechos violentos graves -asesinatos dolosos- ajenos a elecciones federales, estatales y municipales.
Visión errónea.
Si bien no eran precandidatos formales, Saúl Héctor y David habían declarado públicamente su afán por tomar parte en el relevo edilicio de Sayula y Soconusco; próximo a las fechas de sus asesinatos.
Vale la pena reiterar una variable: al margen de las causas precisas de sus ejecuciones, ambos ciudadanos estaban inscritos en los procesos internos de los partidos donde militaban de cara al relevo de poder.
Murieron por razones no aclaradas a manos de asesinos prófugos pero en el ámbito de una competencia preelectoral contra compañeros de militancia y aspirantes a los mismos cargos.
Al margen de los detalles que ofrezcan las carpetas de investigación, el domingo 6 de junio los comicios históricos del país arrojan sendos resultados que fortalecen la ubicación de estos crímenes en la lucha política: sus viudas se han hecho del respaldo ciudadano y serán ediles durante las próximas administraciones municipales.
Lorena Sánchez Vargas es alcaldesa electa de Sayula de Alemán.
Fátima de la Luz Nolasco Hidalgo es Síndica electa en Soconusco.
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En suelo veracruzano el proceso electoral 2021 hereda viudez a la democracia.