Alvarado goza fama de que su gente es malhablada… para muchos, cuando se escucha a alguien hablar con leperadas, hay una reacción de miedo, de rechazo, pero dicen que si en Alvarado se refieren a ti con alguna que otra majadería, es como una forma de cariño y respeto por uno… por ejemplo, si dicen:
“¡Kiubo tú, hijo de la chingada; qué madres estás haciendo?”, es como decir “¡Qué gusto verte! ¿Qué te trae por acá?” o “¿Dónde putas madres andas, pendejo, que llevo un chingo sin saber de ti?” que es una forma de decir “Estaba preocupado por ti”
Y así podríamos seguir dando ejemplos de lo que se dice es el lenguaje florido de un alvaradeño aunque el asunto que me lleva a hablar de este lugar, es precisamente la reacción de su gente con respecto a los señalamientos que hizo Cuitláhuac García en el caso del Tecnológico de este lugar. Por cierto, qué rápido se le olvidaron a Cuic sus tiempos de manifestante y sobre todo, como maestro…
Para Cuitláhuac, la manifestación de estudiantes del Tecnológico (como toda manifestación en contra de su Gobierno o de la Cuatro T) tiene tintes políticos, aunque ésta exhiba una realidad cruda en la vida del alumnado:
Pérdida de certificación de calidad, con la que la Institución contaba…
Falta de equipamiento en proyectores, aire acondicionado, laboratorios, prácticas de campo, cable para los equipos de cómputo, entre otros…
El Tecnológico no cuenta con servicio de Internet! por lo que uno se pregunta, sin ser alvaradeño: ¿Cómo hijos de la chingada van a trabajar los estudiantes sin esta herramienta básica de nuestra era?
No hay protocolo sanitario… y tampoco servicio médico y por ende, sin medicamentos… tampoco cuentan con cafetería…
Los caminos en torno al Tecnológico están en pésimas condiciones lo que se complica más, al salir de clases cerca de las nueve de la noche, bajo riesgo de que en el camino se encuentren con alimañas, sean de fauna o “de las otras”…
El personal de confianza no tiene ni puta idea de los procesos administrativos pero sí saben tratar mal al estudiantado…
Ah pero eso sí, el director nunca se encuentra en el plantel para escuchar, atender estos problemas…
Por eso, el estudiantado del Tecnológico de Alvarado, amablemente invitó a Cuitláhuac García, a que acuda personalmente al plantel y vea la realidad que es ajena a las “marañas políticas” que se hace ante cada problema de la sociedad…
Mientras, el maestro Tomás Hipólito, quien fue metido por el mismo Cuitláhuac en sus marañas políticas, se dirigió de manera formal al gobernador, para dejar en claro que él no tiene nada que ver con el movimiento estudiantil del Tecnológico, por eso le manifestó su desacuerdo en que usaran su nombre con fines extraños a los educativos. Le dejó en claro, de manera precisa pero amable, que siendo candidato por Podemos por la alcaldía, le echaron toda la caballada del Orfis y la Contraloría durante su paso por la dirección del Tecnológico y al final, salió limpio… sí, conoce a la alcaldesa Lizzette Alvarez ¡porque todos en Alvarado se conocen! ¡Nomás por eso! Lo que sí le pide al Gobernador el maestro, es que atiendan a los estudiantes y que no se use su nombre, ahora sí, con fines aviesos para evadir el problema real que vive el Instituto y del que los alumnos han dado fe.
Por su parte, la alcaldesa Lizzete Alvarez le deja en claro a Cuitláhuac, que está en la mejor disposición de colaborar con todos los sectores e instituciones que promuevan el crecimiento del municipio, pero eso sí, le precisa que ella no tiene que ver con el movimiento de los estudiantes… le reitera el respeto al Gobernador cosa que éste no ha dado a la alcaldesa, quien al final, lo invita a visitar Alvarado y a trabajar coordinados…
Quizás uno de los errores más graves de Cuitláhuac es asumir ese papel de Fiscal, Juez y Verdugo y no el de Gobernador. Cuando se quite ese halo de superioridad moral con el que se viste, quizás pueda entender que los votos lo llevaron a un cargo, pero el estar en él, es más fácil que se convierta en peor persona que en ser mejor persona… el poder es cabrón…
Ah, por cierto, dicen que los de Alvarado, cuando te hablan con groserías, es porque de cierto modo te quieren, como cuando dicen “¡Ven aquí, hijo de la chingada!”, es que realmente te quieren dar un abrazo y mostrar el afecto… pero cuando te hablan con respeto, no es por tu investidura, sino porque saben que eres un pendejo hijo de la chingada poco de fiar… ¿será?