sábado, noviembre 23, 2024

No pueden aclarar el presente y quieren revivir el pasado

Serpientes y Escaleras

Salvador García Soto

Sin esclarecer aún casos graves ocurridos durante su sexenio, como la muerte de 26 personas en la Línea 12 del Metro, que acaba de cumplir un año, o la tragedia de Tlahuelilpan en donde murieron 131 personas por el incendio de una toma clandestina, en la 4T ahora se proponen revivir el caso del asesinato de Luis Donaldo Colosio y reabrir las investigaciones del magnicidio cometido hace 28 años, a partir de las denuncias de tortura y violaciones de derechos humanos hechas por el asesino sentenciado, Mario Aburto Martínez.

La recomendación 48VG/2021, de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, emitida en octubre de 2021, solicitó al fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, y al titular del Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social (Oadprs), perteneciente a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, José Ángel Ávila, basada en las acusaciones de Aburto, quien se queja no sólo de haber sido torturado durante su detención y proceso judicial, sino también de que “durante 27 años, las autoridades penitenciarias lo han mantenido lejos de su familia, toda vez que los centros penitenciarios donde ha sido recluido se encuentran lejos del lugar donde radican, solicitando de manera urgente su traslado a un Centro de Reinserción en Baja California”.

A partir de los señalamientos del asesino confeso de Colosio y de la investigación que realizó el abogado Jesús González Schmal, coordinador del Mecanismo Nacional para Prevenir la Tortura, la CNDH le ordenó a la FGR “realizar una investigación del caso que dio origen a la detención y sentencia de la víctima; además, estas nuevas diligencias se deberán abordar sin perjuicio y con perspectiva pro homine, aportar como prueba la propia Recomendación y considerar las múltiples omisiones, ocultamientos y acciones generados en el pasado”.

En cuanto al Oadprs, la recomendación de la CNDH acusaba que, desde su detención y encarcelamiento en 1994, hasta la actualidad, Aburto denuncia haber sido torturado por agentes del Ministerio Público Federal que intervinieron en su detención y traslado al Cefereso 1, además de que los médicos de dicho centro penitenciario actuaron de manera irregular.

El problema es que esa recomendación, redactada por González Schmal y emitida por la CNDH que preside Rosario Piedra Ibarra, generó reacciones e inconformidades dentro del gabinete de la 4T, porque se incluyeron los tres primeros años del gobierno de López Obrador. La secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, se quejó de que la recomendación del organismo defensor incluyera a su dependencia.

Fue tan fuerte el reclamo de Rosa Icela, de que se acusara a su Secretaría de haber sido responsable de actos de tortura y maltrato sicológico contra Aburto, que la presidenta de la CNDH tuvo que ordenar que se revisara la recomendación que había sido elaborada por Jesús González Schmal, quien según fuentes internas, presentó su renuncia a la CNDH por esa causa.

Si la FGR llega a atender la recomendación de “investigar la investigación que dio origen a la detención y sentencia de Mario Aburto Martínez” como el “asesino solitario” de Luis Donaldo Colosio, y a partir de sus denuncias de tortura y maltrato por parte de las autoridades federales de los últimos cinco gobiernos, ¿habrá nuevas hipótesis, nuevos citatorios judiciales?

Se ve más que imposible que casi tres décadas después, la FGR vaya a encontrar algo nuevo en el Caso Colosio o que pueda llegar a imputar a nuevos presuntos culpables. Y entonces, si lo más que podrían lograr es liberar a Mario Aburto Martínez por delitos de tortura cometidos en su contra, ¿quién sería el asesino de Luis Donaldo Colosio Murrieta?

¿Podrán revivir y resolver un magnicidio que en la opinión colectiva de los mexicanos nunca fue resuelto?… Los dados mandan Escalera Doble. Subida.

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