jueves, diciembre 19, 2024

Veracruz bajo el control electoral y financiero del crimen organizado

Por Edgar Hernández*

¿De quién es Veracruz?

Está en manos de seis Carteles que tienen bajo control las finanzas y la política en la entidad.

En brutal corte de caja el Sistema Nacional de Seguridad Pública en consonancia con las Secretarías de Gobierno y la de Seguridad Pública de Veracruz, coinciden en que la tercera parte de los municipios, entre ellos las 10 ciudades más importantes, están sometidas por el crimen organizado vía huachicol, cobro de piso, trasiego, fentanillo y secuestro.

Y por si fuera poco tutelan las finanzas de los ayuntamientos y tienen el control de las elecciones en donde imponen a sus candidatos bajo las banderas de Morena.

Ya desde el arranque del sexenio de Cuitláhuac García se tenía una radiografía del crecimiento exponencial de los Carteles liderados por el Jalisco Nueva Generación en histórica guerra con los Zetas que tomaron carta de naturalización a partir del gobierno de Fidel Herrera.

Fortalecidos en los siguientes años, a partir del 2018, se inicia la disputa territorial con el Cartel de Sinaloa con permiso de la autoridad lo que da lugar a la llamada división geográfica delincuencial.

Ya diversificado lo que en un inicio fue el tráfico de estupefacientes y su tránsito a Estados Unidos, la industria del crimen cobró auge.

En ese afán oficial de dar trato exclusivo al Cartel Sinaloa, es que el resto de los entes criminales se dan a la tarea de penetrar a la estructura de poder municipal vía control de sus finanzas, obra pública y seguridad pública.

Formalizan asimismo su participación extralegal en las jornadas electorales intermedias, extraordinarias y sexenales y forma a sus “mejores hombres” como candidatos a puestos de elección popular.

Es así como permea a las estructuras de poder local.

El problema, sin embargo, se sale de control al no querer acatar la disposición gubernamental de entrar en subejercicios presupuestales para devolver el dinero a México y desbordar sus ambiciones al exigir a los ediles cuotas desmesuradas que han puesto en franca quiebra a los ayuntamientos.

La punta del iceberg la mostró Sayula de Alemán en donde el pasado 12 de agosto su presidenta municipal Lorena Sánchez Vargas, denunció la exigencia millonaria del CJNG, que en abierta presión acude al chantaje con el secuestro de su hijo.

El escándalo fue tal que tuvieron que acudir instancias nacionales y entrar a la región la Guardia Nacional que hoy tiene bajo resguardo la seguridad municipal.

El propio Secretario de Gobierno, Eric Cisneros, en declaración el pasado domingo, confirma que en Sayula de Alemán, la delincuencia organizada pretendía imponerse en la administración del ayuntamiento y que “hay más municipios de la entidad en esta situación”, sin precisar el número.

En la misma circunstancia está el municipio de Jesús Carranza en donde Pasiano Rueda al contender y ganar la alcaldía rompe el plan delincuencial pactado con el gobierno del estado y termina en prisión siendo acusado por el propio gobernador Cuitláhuac García de “pertenecer al crimen organizado”.

Hoy día, a través de sus órganos de inteligencia, el gobierno federal, en consonancia con el gobierno del estado, han detectado que en Veracruz operan al menos dos cárteles de la droga y cuatro células dedicadas a la extorsión y el tráfico de las mismas.

Minatitlán, Coatzacoalcos, la zona de las altas montañas –Córdoba, Orizaba, Maltrata, Fortín y Ciudad Mendoza-, Poza Rica y el corredor Veracruz-Alvarado, son las ciudades más aquejadas por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y Los Zetas.

Mientras que las otras células “Sangre Nueva”,  “Grupo Zeta”, “Grupo Sombra”, “Cártel del Noreste” y “Cártel del Siglo” se disputan otra parte y hace cuatro años se abrieron las puertas al “Cartel Sinaloa” por órdenes de arriba.

Lo que siguió fue el caos.

Queda claro, sin embargo, que el control territorial de Veracruz lo tiene el CJNG que si bien ha tenido serias disputas con el de Sinaloa, su principal lucha la ha librado con los Zetas.

Habría que regresar a la memoria el enfrentamiento entre ambos cárteles que tuvo su punto más álgido del 19 de abril del 2019 con la matanza de 14 personas en Minatitlán presuntamente a manos del CJNG, lo cual desató una batalla de narcomantas en la que ambos bandos se echaron la culpa de la masacre.

Antes, en septiembre de 2011, el CJNG envió el primer mensaje a sus rivales al abandonar 35 cuerpos en Boca del Río; los cadáveres correspondían a presuntos halcones de Los Zetas.

Son las historias de la delincuencia organizada que en el día a día crecen dada la generosa disposición oficial a los abrazos no balazos que hace florecer el negocio.

Tiempo al tiempo.

*Premio Nacional de Periodismo

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