martes, abril 30, 2024

Tenía que ser una mujer…

No se debe gobernar -y se gobierna- con caprichitos ridículos, cabe decir, propios de gente acomplejada.  Como no querer subirse al avión Presidencial que se mandó hacer Peña Nieto.  Pero, saben mis tres amables lectores, cuánto nos ha costado el berrinchito, porque no se le puede llamar de otra manera…

Y si lo saben, por favor nos lo hacen saber, porque las cifras que se manejan oficialmente no incluyen, entre otros renglones, la depreciación del avionsote.  Que ya podían haberlo rentado como suite Presidencial para una noche de luna de miel en las nubes, o algo por el estilo. Si alquilan yates para pachangones…

Imagínense.  Toda vez que el capitán de una nave es la Autoridad Máxima, que se casen arriba del avión Presidencial durante el vuelo a algún destino chido, con invitados especiales -los que quepan ¡claro!-…

¡Qué faltos de imaginación!  Sobrarían “juniars” que se apuntaran y papás que las consintieran.  Cuando menos saldría para los gastos de sacarlo a volar un rato para que no se le baje la batería…

Pero estábamos en que, por no querer utilizar aviones del gobierno -no es fifí, pero vive en Palacio- vuela en líneas comerciales; pero se expone a que le digan sus verdades.  Como sucedió en el vuelo a Mérida, en el que una pasajera se levantó de su asiento, fue hasta donde estaba el Presidente y le dijo, a grito pelado, como para que todo mundo lo escuchara, que era un mentiroso…

Lo que motivó un nutrido aplauso del respetable; sin que faltara por ahí el grito de ¡Fuera! ¡Fuera!  Y debe de haberle dicho muchas más cosas, porque siguió increpándolo hasta que una sobrecargo la conminó a que regresara a su asiento y dejara en paz al Presidente…

Sin soslayar que, aparte de quienes lo acompañaban, hubo otros que le manifestaron su incondicional apoyo y que él accedió a sacarse selfies con ellos…

Ya en la mañanera el Presidente aclaró que está consciente de que hay una parte del pueblo que no lo quiere, que está en contra de la 4T; pero que la mayoría sigue estando de acuerdo con su Mandato…

No se sabe cuál fue la respuesta del Presidente ante el exabrupto femenino; o si prudentemente guardó silencio; pues parece que leyó al senador romano Lucio Anneo Séneca (4 antes de esta Era – 65) “El primer arte que deben de aprender los que aspiran al poder, es ser capaces de soportar el odio”…

Pero cabe aclarar, que la dama expresó lo que muchos millones de mexicanos piensan.  Solo que ella tuvo la oportunidad y los arrestos necesarios para decirle en su cara que es un mentiroso; lo que muchos hombres no se atreven hacer.  Tenía que ser una mujer.

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.

otros columnistas

Desde endenantes…

Y se va a poner mejor…

De los montajes…

¡Sopas!…

Que farsa…

Cachorros finos…

¿O sí?…