lunes, noviembre 25, 2024

Suele suceder

Lo último

“¡Qué pobres hombres son los que dedican toda su alma a los cumplimientos, y cuya única ambición es ocupar la silla mas visible de la mesa! Se entregan con tanto ahínco a estas tonterías, que no tienen tiempo para pensar en los negocios verdaderamente importantes. Una de tantas sandeces nos aguó, la semana última, toda una fiesta. “¡Necios! No ven que el lugar no significa nada, y que el que ocupa el primer puesto hace muy pocas veces el primer papel. ¡Cuántos reyes están gobernados por sus ministros! ¡Cuántos ministros por sus secretarios! ¿Y quién es el primero? Yo creo que aquel cuyo ingenio domina al de los demás, y por su carácter y por su destreza convierte las fuerzas y las pasiones ajenas en instrumentos de sus deseos”. Goethe—Werther

“Qué sería de nosotros si en vez de regla, cómoda para todos, de “respetar las jerarquías”, se implantara otra, por ejemplo, la de “respetar al talento” ¡Qué de disputas surgirían entonces! Y los criados ¿a quién servirían primero?” A.S. Pushkin en El Jefe de Posta

Y bien decía Voltaire: “La única aristocracia que reconozco es la del talento”.

“Los del pragmatismo político gustan de constreñir la lealtad en orden a una subordinación, mientras esta perdure aquella se mantiene; concluida la supeditación no más lealtad. Concepción que reduciría entonces, por analogía que no por oposición, a que hay gratitud mientras exista la subordinación”.

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