sábado, noviembre 23, 2024

Columna entre comillas…

Cuentan que Gabino Barrera no entendía razones cuando andaba en la borrachera; luego le pusieron música y la hicieron una cancioncita ciertamente pegajosa.  Y hasta sirve de pretexto para algunos que así justifican sus tonterías…

¡Ni me digas! ¡Ni me digas! le dice el amigo a su compadre.  Andaba tomado; y ya sabes… los puntos suspensivos son los del compadre, que se le quedó viendo compasivamente; por la bronca en la que se había metido y las trazas en que estaba…

Pero de sopetón, sin hacerle caso, se lo dijo: Ya se supo compadrito.  Y te va a ir como en feria …

Ese te va a ir como en feria compadrito …  con puntos suspensivos, son el colofón, el final, el remate, no hay más; y sin saber en qué acabó el compadrito, crudo hasta la … -otros puntos suspensivos para que mis tres amables lectores puedan acomodar la anécdota como prefieran.  A su gusto ¡Vaya!-…

Creo que la mayoría de los tres, habrá pensado: “A este ya lo cacharon con la secretaria” -es clásico- O, “este no llegó en toda la noche” -se entiende que a su casa; a menos que fuera velador ¡Claro!-…

Pero también, si fuera funcionario, se podría pensar en ayudarlo diciéndole “Avísale al Jefe, no te va a dejar solo. Él también está mentido”… ¿? … ¿Y luego?…

No, nada.  Es un “cuento interactivo” -bueno, eso creo-  en donde se puede poner al personaje y la situación que se quiera.  Y ya sobre eso se puede desarrollar la trama completa.  Desde la cruda del amigo, hasta la encrucijada del compadre de tenerle que dar esa noticia…

O le pudo haber dicho que el asunto ya lo tiene la FGR.  Y entonces se pueden hacer los mil finale$$$ y cada quien escoja.  Pero no nos desviemos. Solo queda establecido que lo peor que le puedes decir a cualquiera -bueno, casi a cualquiera- es: ¡Ya se supo!…

Como la mayoría tiene por ahí algún secretito, el ¡Ya se supo! Es como de infarto…

El hecho de que Gabino Barreda no entendía razones es el punto, porque estaba de alguna manera intoxicado, no estaba en sus cabales y por eso no entendía razones.  Bueno, los enfermos no entienden razones…

Si los diabéticos entendieran que deben cambiar su alimentación y lo hicieran; no habría diabéticos.  Pero hazlos razonar que se están matando; y es punto menos que perder el tiempo…

Hace unos días, visité a un amigo que es diabético y se estaba recuperando de una recaída, y para celebrar que ya estaba bien, su hija le llevó una bolsa de gomitas y un merengue, que en ese momento se lo sampó todito…

Se chupaba los dedos y hasta la bolsita donde venía el merengue, la sacudió para que las moronitas de azúcar cayeran en su mano y no se desperdiciaran.   Su hija, por supuesto, no lo hace con la intención de despacharlo al otro mundo…

No hay herencia de por medio, además lo quiere mucho.  Solo que no razona que con eso está matando lentamente a su papá, que tampoco razona lo que está haciendo.  Ante eso, qué puedes hacer si el mundo está enfermo…

Tan enfermo, que no se quiere aceptar que está enfermo.  Es noticia de hoy; o, mejor dicho, hasta hoy la dan a conocer, que dos enormes lagunas en la zona andina de Perú, están completamente secas.  Ya no hay nada…

Podría decirse que es como estar en el desierto.  No hay nada.  Y los poblados que de cuyas aguas se abastecían; pues ya se imaginarán … se están quedando sin gente…

El agua es la vida.  Siempre se ha sabido, pero como no se razona, no se entiende…

Como no entiende el señor Presidente, que ya se le ve como medio deschavetado, cuando asegura que no hubo recursos públicos para “el acarreo” de su marcha.  Primero, acepta que sí hubo acarreados, cuando primero decía que no; lo que ya tiene un peso…

Pero ya decir que no hubo recursos públicos para el acarreo, cuando las pruebas son irrefutables, solo dice que el Presidente vive fuera de la realidad.  Y está bien que cada cual se haga su propia película…

En el caso del amigo y el compadre, sea cual sea la trama, pueden ser algunos los que salgan afectados.  Pero en el caso del señor Presidente; su necedad, por falta de raciocinio, está afectando a todo México; hasta a sus propios seguidores.  

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.

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