lunes, noviembre 25, 2024

Nahle conquetea con los verdes

Julio Hernández, columnista del diario La Jornada, suele referirse al PVEM como la franquicia política de las tres mentiras, porque dice que “ni es partido, ni es verde, ni es ecologista”.

Según sus críticos, es un partido que parece tener más letras que convicciones.

Y es que, entre sus incongruencias, promovió la iniciativa de Ley General de Biodiversidad que fue muy criticada a principios de 2017 por incluir disposiciones que permitirían importar primates exóticos, extraer productos de tortugas marinas y desproteger a los loros mexicanos. Aparte de que ha apoyado también la pena de muerte y poco ha hecho para combatir eficazmente el cambio climático, la deforestación y la contaminación.

Más que por ideología, la familia dueña de la franquicia partidista siempre se ha aliado con quién más le conviene política y financieramente. Lo mismo con el PRI que con el PAN y ahora con el obradorismo. Fue fundado originalmente como Partido Verde Mexicano (PVM) en 1986 por Jorge González Torres, un exfuncionario expriista cercano a Manuel Camacho Solís, exregente de la Ciudad de México y exsecretario salinista de Relaciones Exteriores, quien fue jefe político del actual canciller Marcelo Ebrard, fuerte aspirante presidencial de Morena.

Participó en las elecciones federales de 1991 por primera vez en forma independiente, con el nombre Partido Ecologista de México (PEM). Al no conseguir el porcentaje mínimo de la votación total válida para obtener el registro definitivo, sus partidarios tuvieron que cumplir nuevamente con los requisitos para obtener un registro condicionado, el cual obtuvieron en 1993 junto con su nombre actual: Partido Verde Ecologista de México (PVEM).

Desde que consiguió su primer registro como partido político el 28 de febrero de 1991, ha sido controlado por la familia de su fundador Jorge González Torres –hermano de Víctor González, el famoso “Doctor Simi” propietario de la cadena de farmacias de medicamentos genéricos–, quien después de diez años fue sucedido en la presidencia partidista por su hijo Jorge Emilio González Martínez, (a) El Niño Verde, el cual permaneció de 2001 hasta el 2011, dejando la dirigencia a un consejo integrado por 27 miembros controlados todavía por él, entre los cuales se encuentra el actual coordinador de los senadores del PVEM, Manuel “El Güero” Velasco Coello, quien en 2012 ganó la gubernatura de Chiapas en alianza con el PRI, partido que había postulado también a Enrique Peña Nieto a la Presidencia de la República, intocable hasta ahora por el régimen obradorista.

Todavía en la sucesión presidencial de 2018 el partido del tucán contendió aliado con el Revolucionario Institucional, que nominó a José Antonio Meade, quien fue secretario de Energía y de Hacienda en la administración panista del expresidente Felipe Calderón, y luego, al sexenio siguiente, titular de las Secretarías de Relaciones Exteriores, de Desarrollo Social y otra vez de la de Hacienda con Peña Nieto, del PRI. Pero tras el triunfo arrollador del presidente López Obrador, de inmediato el PVEM se alió con Morena y actualmente gobierna los estados de San Luis Potosí y Quintana Roo, donde el “Niño Verde” impulsó a la exalcaldesa de Benito Juárez, Mara Lezama, pues actualmente radica en Cancún.

Anteayer, martes 7, el senador Manuel Velasco y su exasesor en el gobierno de Chiapas y actual secretario de Organización del CEN del PVEM, Javier Herrera Borunda –hijo del exgobernador priista de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, viejo amigo del “Doctor Simi”–, se reunieron con la secretaria de Energía, Rocío Nahle, fuerte aspirante de Morena a la gubernatura veracruzana, quien según publicó en Twitter, trataron temas de “sustentabilidad” y “política”.

Este encuentro con Nahle sorprendió inclusive a algunos correligionarios del joven Herrera Borunda, ya que hasta hace poco se quejaba del desdén de la secretaria de Energía y del acoso de sus operadores y aliados políticos que actualmente gobiernan Veracruz.

Inclusive, el mes antepasado, martes 24 de enero, casi 48 horas después de la impactante ejecución en el puerto de Veracruz del excandidato de Fuerza X México a la alcaldía de   Coxquihui, Fernando “El Pino” Pérez Vega y su familia, Javier Herrera encabezó en la conurbación porteña con el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, una reunión con la dirigencia estatal y los 31 alcaldes del PVEM que, según le hicieron creer, simpatizaban con su precandidatura presidencial.

Y es que en el caso de los ediles y líderes del Partido Verde también habían recibido amenazas de criminales e inclusive algunos han sido señalados directamente por sus contrincantes y por altas autoridades del Gobierno del Estado de tener vínculos con cabecillas de células delictivas. Uno de ellos es Paulino Roberto Salinas Salgado, presidente municipal de Espinal, en la sierra de Papantla, cuyo comandante de la policía, José Luis Quinto Lorenzo, fue “levantado” el 23 de diciembre del año pasado por un comando armado en una plaza comercial de Poza Rica, y su cadáver apareció desmembrado ocho días después, junto con una narco-manta que literalmente advertía: “Ahí les dejo una lacra más del supuesto R15 o Fernando Pérez Vega alias Pino como se le conoce encargado de secuestrar, extorsionar y cobrar piso a toda la gente de la sierra así como hizo a Pablo Portilla que después que lo apoyaba dándole dinero, lo secuestró para cobrarle una cantidad de dos millones de pesos y se escuda en que es político y empresario…(sic)”

Pero, además, entre finales de 2020 y principios de 2021, Herrera Borunda, quien venía caminando por los municipios del distrito electoral de Cosamaloapan porque aspiraba ser candidato de mayoría relativa a la diputación federal por el partido del tucán en alianza con Morena, tuvo que suspender intempestivamente sus recorridos y refugiarse en la Ciudad de México pese a que las encuestas lo posicionaban muy arriba de otros prospectos, principalmente morenistas. Desde entonces, el hijo del exgobernador Fidel Herrera viajaba al estado muy discrecionalmente, como lo tuvo que hacer en enero pasado para acompañar al titular de la SEGOB, cuyo aspirante morenista favorito a la gubernatura de Veracruz no es Nahle sino el diputado federal Sergio Gutiérrez Luna, coordinador estatal de su movimiento “Sigue López”.

Coincidentemente Sergio, al igual que Javier y el propio Adán Augusto, no son bien vistos en Palacio de Gobierno, cuyas “corcholatas” preferidas son la secretaria de Energía, para la gubernatura, y Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, para la Presidencia.

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