El presidente Andrés Manuel López Obrador mando el 22 de marzo una carta a su homólogo chino Xi Jinping, para pedirle ayuda para frenar el flujo ilegal de fentanilo, después de que legisladores estadounidenses -de ambos partidos- le plantearan a AMLO intervenir para que China frene el envío irregular de fentanilo a Norteamérica.
En la mañanera el presidente se dispuso a leer el texto que contenía la carta y el cual hizo publico:
“Excelentísimo Xi Jinping, presidente de la República Popular China.
Con respeto a su investidura y a la soberanía, la historia y cultura de su admirable pueblo, y por considerarle nuestro amigo, me dirijo a usted para exponerle un asunto de carácter fundamentalmente humanitario y solicitarle, si para ello no tiene inconveniente, su apoyo y cooperación.
Se trata, presidente, del tráfico de fentanilo que, según información disponible, se produce en Asia y se vende libremente para su exportación a Canadá, Estados Unidos y nuestro país.
Esta sustancia química es usada como droga fundamentalmente en Estados Unidos y su consumo, debido a que es altamente adictiva y fisiológicamente devastadora (se le considera 50 veces más fuerte que la heroína y 100 veces más que la morfina), causa en muy poco tiempo trastornos que llevan irremediablemente a la pérdida de la vida.
Con datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), en 2021, fallecieron en ese país por el consumo de fentanilo, 107 mil 573 personas.
Por la rentabilidad económica de su trasiego, esta droga ha venido desplazando a otros estupefacientes o narcóticos. Se sostiene que un kilo de fentanilo equivale a un millón de dosis, con un valor en el mercado que se calcula en más de 400 mil dólares.
Aunque en México el consumo de este químico es bajo, nosotros hemos venido combatiendo por voluntad propia su tráfico hacia el norte del país con el propósito de ayudar a las autoridades de Estados Unidos a enfrentar este flagelo a su pueblo y, en especial, a sus jóvenes.
Con este fin mantenemos un estricto control en puertos, procurando que solo ingrese a México el fentanilo destinado a fines médicos y haciendo una revisión continua de laboratorios que se dedican a la importación de esta droga.
Tan solo el año pasado incautamos siete toneladas y destruimos mil 383 laboratorios clandestinos, en los cuales se mezcla esta sustancia con otras drogas y diversos precursores químicos. Reitero que en nuestro país no se produce fentanilo y que en nuestra frontera solo ingresa en 30 por ciento de lo que se consume en Estados Unidos.
No obstante, últimamente, de manera falaz e irresponsable, algunos legisladores de Estados Unidos han culpado a México de la desgracia que padecen en su país a causa del consumo de fentanilo; inclusive, han llegado a decir que si no detenemos a las bandas de narcotráfico que operan en México y que introducen esta droga, podrían presentar una iniciativa a su Congreso para que las fuerzas armadas de Estados Unidos invadan nuestro territorio.
Tales planteamientos son en sí mismos una falta de respeto y una amenaza inaceptable a nuestra soberanía; además, hay detrás de ellos una actitud absurda, manipuladora, propagandística y demagógica que se aprovecha de la falta de información sobre este y otros temas en la población estadounidense.
México se forjó resistiendo invasiones y actos de prepotencia y sabemos enfrentarlos con valor, patriotismo y dignidad.
Acudimos a usted, presidente Xi Jinping, no para pedirle apoyo ante estos groseros amagos sino para solicitarle que por razones humanitarias nos ayude a controlar los envíos de fentanilo que puedan remitirse de China a nuestro país. Por ejemplo, sería un apoyo inestimable contar con información sobre quiénes importan esta sustancia, en qué cantidad, en qué embarcaciones, cuándo sale de los puertos chinos, a qué puertos mexicanos llega y el tipo específico se sustancia.
Con ello nosotros tendríamos un mayor control sobre el ingreso de esta droga que en México solo está autorizada para fines médicos y cuyas importaciones legales son muy pocas.
Debo mencionarle que esta petición es también del interés de legisladores de Estados Unidos, tanto demócratas como republicanos, que son políticos respetuosos, sensatos y amigos de México, y que actúan motivados por la preocupación genuina en el bienestar de sus conciudadanos y la salud pública de su país.
De nuestra parte se haría cargo de mantener la relación con la autoridad que usted designe de su país el secretario de Marina del Gobierno de México, el almirante José Rafael Ojeda Durán.
Amigo, presidente, esperamos con mucho interés su respuesta. Estoy seguro que contaremos con su colaboración, como siempre ha sucedido. Por último, le trasmito por anticipado mi agradecimiento, deseando que las relaciones entre nuestros dos países sigan siempre por la cooperación y la amistad entre nuestros pueblos y gobiernos.
Atentamente, Andrés Manuel López Obrador”