Una frase clásica de los exgobernantes priistas es que “en política hay que ser y parecer”.
Esa expresión la deben recordar el ahora presidente Andrés Manuel López Obrador y el actual director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett Díaz, exmilitantes del PRI.
Pero la exjefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, que se formó en las filas de la izquierda, seguramente jamás la escuchó. Sin embargo, ello no exculpa a la supuesta aspirante presidencial más aventajada de Morena de agachar vergonzosamente la cabeza ante las agresiones verbales de algunos comensales anti 4T con los que se topó en un restaurante del municipio de San Pedro Garza García, en Nuevo León, o de arremeter contra los adversarios del frente opositor con chistoretes simplones que la mayoría de su desinformado auditorio no entienden ni les causan mucha risa.
Este miércoles, por ejemplo, en Coahuila –entidad donde en la elección de junio pasado la coalición del PRI-PAN-PRD ganó con amplio margen la gubernatura y se llevó “carro completo” en las diputaciones locales–, Sheinbaum quiso mofarse de sus adversarios.
“Yo venía ahora en el vehículo y decía: ¿cómo va a ser el grupo que va a acompañar a quien quede (candidato) del bloque opositor?, ¿quién va a estar a cargo de esa campaña que se vaya a dar? Y se me ocurrió que (el expresidente) Felipe Calderón va a estar a cargo de la construcción de la paz, que (Vicente) Fox va a estar a cargo de la democracia, que (Santiago) Creel va a estar a cargo de las artes y el teatro y, por supuesto, el coordinador del bloque opositor de campaña se llama Claudio X. González. ¡Ah, ya sé! ‘Alito’ (Alejandro Moreno, dirigente nacional del PRI) va a coordinar las finanzas de la campaña, y (el diputado federal panista Jorge) Romero va a estar encargado del desarrollo inmobiliario, ese va a ser el grupo de coordinadores, ¿ya no más, verdad?”, preguntó la mandataria capitalina con licencia a los aproximadamente dos mil asistentes a su mitin, según consignaron algunas versiones periodísticas, pero cuyos organizadores aseguraron que sumaban cinco veces más.
En cambio, ese mismo día, pero en Guadalajara, la capital de Jalisco –uno de los dos estados que gobierna Movimiento Ciudadano–, el exlíder del Senado, Ricardo Monreal Ávila, otro aspirante presidencial de Morena, reconoció que la contienda de 2024 no será un día de campo para su partido y expresó su respeto a la oposición.
“Yo no los devalúo ni los minimizo, no me gusta desvalorar a nadie y yo digo que la oposición actuó porque se estaba quedando a la zaga, muy rezagado, y reaccionó y ya está en su proceso. Yo creo que es interesante lo que están llevando a cabo”, declaró el político zacatecano en entrevista.
“Yo no diría que será un día de campo la elección, tenemos por eso que estar muy unidos y tener que estar muy cohesionados para enfrentar los embates de la oposición a un ejercicio de Gobierno normal que, para mí, ha tenido éxito y que el Presidente de la República es el más popular de los últimos años”, afirmó.
Por otra parte, Alejandro Rojas Díaz Durán, suplente de Monreal en el Senado, publicó ayer en su cuenta de Twitter: “Como senador de la República por Morena, no me sumaré a la campaña de defenestración que han iniciado nuestros propagandistas del movimiento contra la senadora Xóchitl Gálvez, aunque mantenga diferencias ideológicas y políticas con ella”.
“En primer lugar, porque la considero honesta, con criterio propio y compromiso social.
“En segundo lugar, esta embestida podría convertirse en un búmeran para nuestro movimiento, porque el pueblo de México siempre se solidariza con quien, sin merecerlo, es blanco de la defenestración pública desde el poder. Esto lo sufrió en su momento el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas y, posteriormente, el presidente López Obrador”, les recordó el senador Rojas Díaz Durán.