El resultado de la “consulta” realizada por el Consejo estatal de Morena exhibe en toda su extensión la carencia de escrúpulo político de quienes diseñaron la patraña para escoger a quienes aspiran Coordinar la defensa de la CuartaT; de esa magra lista, aunque sin mengua de sus derechos políticos, excepto Rocío Nahle ningún otro de los allí señalados alcanza niveles competitivos para enfrentar a quien abandere al Frente Opositor, que bien pudiera ser Pepe Yunes, Héctor Yunes o Julen Rementería. Tan desaseado ha sido ese proceso en Morena estatal que el dirigente nacional de ese partido, Mario Delgado, advirtió premonitoriamente: “si en un consejo se ponen de acuerdo para excluir a alguien, nada más van a evidenciarse, porque si es un perfil que tiene la oportunidad de competir y de ganar, pues obviamente la Comisión Nacional de Elecciones lo va a incluir”. Pero, una vez más se confirma el fuerte ingrediente pasional del trasiego tribal de hacer política que por muchos años caracterizó al PRD y ahora se mimetiza en Morena, como si esta actividad estuviera reservada al uso exclusivo de ganapanes y no para quienes privilegian la vía negociadora y del conocimiento para atender los asuntos públicos. Este caso confirma a plenitud la tesis de López Portillo acerca del “localismo empobrecedor”, ese que por anacrónico reduccionismo impide superar los parámetros necesarios para enaltecer la política.Por el lado opuesto, en el Frente Opositor brillan las luces de personajes de la función pública fraguados en la competencia política por lo cual han acumulado acentuada experiencia, incluyendo en su agenda dolorosas derrotas electorales que potencian su dinámica para diseñar estrategias. José Yunes Zorrilla aparece con alto rango de aceptación en la ciudadanía veracruzana, producto de su permanente contacto con la geografía humana y social de la entidad, ha sido protagonista en nueve episodios electorales, es a la vez un compendio de conocimiento socioeconómico que lo habilita para saber cómo sacar adelante a nuestra entidad. No le va a la zaga Héctor Yunes Landa, también actor político de lucidos trances electorales, en dos de ellos conoció la derrota que fecunda madurez, en el balance con los triunfos el promedio resulta exitoso. Al igual que Pepe, Héctor ha recorrido la geografía veracruzana en varias ocasiones, conocen y son conocidos como ningún otro político veracruzano. Pero no es dueto sino trío y hasta cuarteto el diagrama de potenciales candidatos del Frente Opositor al gobierno veracruzano, allí figura destacadamente el senador Julen Rementería, cuya cercanía a la cúpula panista le concede probabilidad de potenciar su candidatura, buen alcalde de Veracruz, eficiente funcionario en el gobierno de Calderón y de Yunes Linares, diputado federal y ahora senador avalan sus merecimientos a la candidatura, con tal bagaje las negociaciones entre las cúpulas partidistas encuentran fuertes asideros para sus respectivas propuestas, solo será uno el candidato al gobierno estatal, aquí, quien sea el escogido necesita contar con la adhesión no simulada de sus competidores de ahora, tal es condición sine qua non para alcanzar competitividad y posibilidad de conseguir el triunfo. Si no, no, dijera el gallego.