lunes, noviembre 25, 2024

Sin renunciar a la Sener, Nahle ya opera en Veracruz

Apesar de que el presidente López Obrador anunció desde finales de septiembre que le pediría su renuncia a todos los integrantes de su gabinete que fueran a buscar un cargo de elección popular y dijo que tenían que renunciar «por moral», aunque la ley no les obligara, aún hay funcionarios que, a pesar de ya estar participando en los procesos internos de Morena en los estados, siguen actuando amoralmente. Es el caso de la secretaria de Energía, Rocío Nahle, quien encabeza la lista de aspirantes a la coordinación de la 4T en Veracruz, todo mundo la da ya por segura candidata de Morena al gobierno de su estado, pero ella sigue sin entregar la renuncia que desde hace una semana anunció el Presidente.

Claro que eso no obsta para que la señora Nahle, que oficialmente cobró durante seis años como titular de la Sener —aunque en la práctica sólo fungía como «encargada de la obra de Dos Bocas» a la que le dedicaba todo su tiempo— ya esté operando y mandando en Veracruz, donde con el apoyo incondicional de su amigo, el gobernador morenista Cuitláhuac García, doña Rocío se convirtió ya en una especie de «jefa» de Morena que maneja el proceso a su antojo, mueve sus fichas, bloquea a sus enemigos y, aunque a ella no le dieron un «bastón de mando», eso no impide que tenga el control a partir del hecho que lleva la bendición no sólo del Presidente, sino de su amiga Claudia Sheinbaum para ser la segura candidata.

De hecho, de las cuatro o cinco mujeres que postulará Morena para las nueve gubernaturas que se renuevan el próximo año, la única que ya tiene segura la nominación es Rocío Nahle, según afirman morenistas de la cúpula que reconocen que a la aún titular de Energía, prácticamente le ayudaron a limpiarle el camino de contrincantes incómodos, a los que ella misma operó para bloquear y anular para que no le dieran molestias en su ya segura unción.

Por ejemplo, fuentes de Morena en Veracruz aseguran que fue Rocío Nahle quien ordenó y operó para que los consejeros estatales inscribieran sólo a los aspirantes afines a ella para así cerrarle el paso a contendientes que sí le disputaban la candidatura. Así metieron al secretario de Educación estatal, el controvertido Zenyasen Escobar, a quien entre los morenistas veracruzanos se refieren burlonamente como el «Tarzan Boy». Y es que el hoy titular de la SEP veracruzana trabajó como striper en su juventud y por ser amigo cercano del gobernador Cuitláhuac, éste lo nombró secretario de Educación de su gobierno, donde por cierto, nos dicen las fuentes morenistas, «su fortuna creció de manera considerable».

Nahle y Cuitláhuac le prometieron a Zenyasen que será él quien encabece la fórmula al Senado de la República, a cambio de que se inscribiera e hiciera el papel de comparsa en el proceso interno; también le ofrecieron que se convierta en coordinador de la región centro del estado, para la campaña de la futura candidata. La misma estrategia aplicaron con el secretario de Gobierno, Eric Cisneros, quien también fue inscrito como parte de la estrategia de la Secretaria y el Gobernador, a pesar de que públicamente han tratado de aparentar un distanciamiento, en realidad el llamado «Bola 8» es un alfil de Rocío Nahle, con quien tiene una relación de muchos años.

Fue Nahle quien trajo a Eric Cisneros a Veracruz en 2016 para que le ayudara al inexperto Cuitláhuac en la gubernatura. El ahora Secretario de Gobierno llevaba 40 años viviendo en Baja California Sur y, aunque conocía la política veracruzana, al principio de la administración en el estado era prácticamente desconocido y un recién llegado. Nació en Tierra Blanca, en la región del Papaloapan, en 1965, pero toda su carrera política la realizó en Baja California Sur, según su perfil en la página oficial de la Secretaría de Gobierno de Veracruz: «Es ingeniero agrónomo por la Universidad Autónoma de Baja California Sur y maestro en Finanzas por la Universidad Internacional de La Paz. Ha sido director de Recursos Humanos en el gobierno de Baja California Sur; asesor del gobernador Narciso Agúndez Montaño de Baja California Sur; asesor del grupo legislativo de Morena en el Congreso de la Unión; tesorero municipal de Mulegé y diputado suplente del 04 Distrito Local Electoral en la IX Legislatura del Congreso del Estado de Baja California Sur».

Su aspiración a la candidatura, que en realidad es parte del juego de Nahle para simular competencia, se volvió conocida a partir de que el presidente López Obrador lo criticó en junio pasado, por la gran cantidad de espectaculares que aparecieron en varias ciudades de Veracruz promocionando su imagen. «Si quiere ser candidato que renuncie», le dijo el Presidente desde su mañanera, a lo que el «Bola 8» respondió diciendo que no iba a renunciar a su cargo y que él no había mandado poner los espectaculares con su imagen.

Lo que es un hecho es que, ante la incapacidad e inexperiencia del académico Cuitláhuac, Eric Cisneros se hizo del control político del estado. Atemoriza y amenaza alcaldes y ordena abrirles expedientes a sus adversarios, ya que tiene la fiscal Verónica Hernández Giadans bajo sus órdenes. Por cierto, a la fiscal la han señalado por tener familiares que tienen vínculos con el crimen organizado. Así que «Bola 8» y Rocío han simulado un distanciamiento desde hace meses, pero es totalmente falso, porque él es en realidad su operador político y electoral.

Tan es una farsa el distanciamiento entre Rocío y el «Bola 8», que el medio hermano de éste, Jenry Vera Burgos, ha sido el oficial mayor de la Secretaría de Energía desde 2018 y hasta la fecha. Es decir, el hombre que le ha manejado los dineros a la aún Secretaria y en quien confía ciegamente, es familiar directo de Eric Cisneros Burgos. Por eso Nahle utilizó al Secretario de Educación y al de Gobierno para que, al aparecer en la lista de los más votados por el Consejo Estatal de Morena, le cerraran definitivamente el paso a sus competidores reales, Manuel Huerta, delegado del Bienestar en el estado y, sobre todo, al incómodo diputado federal Sergio Gutiérrez Luna.

Y es tanta la seguridad que Rocío Nahle siente que será candidata a la gubernatura y tanta la soberbia que la hace ya verse como futura gobernadora, que en corto ha comentado que pretende seguir trabajando con una parte del mismo equipo de Cuitláhuac García y la otra parte será de nuevos colaboradores a los que ya les prometió cargos específicos en el gobierno y ya les asignó responsabilidades en el estado.

Esperemos que la campaña de Nahle para las elecciones del próximo año en Veracruz no resulte tan costosa y onerosa para los mexicanos como su refinería que dejó incompleta, sin refinar ni una gota de gasolina y con una total opacidad y señalamientos de corrupción en la asignación de contratos millonarios a sus compadres veracruzanos. Una obra que con mentiras y engaños al Presidente y a todos los mexicanos, pasó de costar ocho mil millones de dólares, como ella afirmó inicialmente, a casi 17 mil millones de dólares que pagaremos los contribuyentes por varias generaciones. Más que Dos Bocas, la futura candidata Rocío Nahle construyó Dos Gargantas Profundas que succionaron el presupuesto público y los impuestos de los mexicanos y que, si acaso, empezará a refinar petróleo después de este sexenio… Los dados mandan Escalera doble. Mejora la semana.

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