La lista de electores en México alcanza ya los 97,446,567 ciudadanos inscritos y con la credencial correspondiente, más nutrida la del género femenino: 51, 031, 738, la de varones suma 48, 268, 814. Destaca el número de nuevos electores (entre 20 y 24 años): 11, 390, 284, que sumados con los de 25 a 29 años (11, 250, 720) acumulan 22 millones 640 votantes, es relevante el dato porque buena parte de esa población no ha votado una elección presidencial y por lo mismo configura un universo al cual toda estrategia electoral debe tomar en cuenta. En cuanto a la entidad veracruzana, la población total asciende a 8 millones 62 mil 579 habitantes (4 millones 190 mil 805 mujeres y 3 millones 871 mil 774 hombres), y su padrón electoral se integra con 6 millones 749 electores, de los que 2 millones 864 mil 862 corresponden al género masculino y 3 millones 211 mil 575 al femenino. En nuestro estado, la población que podrá votar por vez primera asciende a 237 mil 544, y en términos generales los de 20 a 29 años suman 1 millón,309 mil 759 potenciales votantes, nada despreciables en cualquier evento electoral. ¿Cuál de los candidatos al gobierno de la entidad podría identificarse con mayor facilidad con ese sector poblacional? ¿Quién de entre Pepe Yunes Zorrilla y Rocío Nahle maneja mejor discurso para establecer esa conexión? La respuesta podría inspirarse en una opinión subjetiva motivada por fobias o por filias, pero lo que se ha venido observando en el decurso del actual periodo de precampaña la ventaja acompaña al candidato de la alianza opositora, José Yunes Zorrilla.
Hay sustento objetivo en esa apreciación, porque mientras el diputado José Yunes Zorrilla ha recorrido la entidad en múltiples ocasiones durante dos décadas, ya como dirigente partidista, ya como candidato al senado o al gobierno estatal, la señora Nahle al parecer desperdició tiempo y circunstancias para acercarse a la población veracruzana durante los años de su estancia en la Secretaría de Energía y Minas, demostró ausencia de oficio político y por lo visto no aprovechó para empaparse del entorno geográfico, político y social veracruzano, eso explica los yerros en que ha incurrido en un entorno tan exigente como lo es el veracruzano. Tal vez la señora Nahle no midió en su exacta dimensión el compromiso al que se enfrentaría, o quizás alentada por un prurito de soberbia alcanzó a pensar que las lisonjas de sus seguidores reflejaban el sentir de la población veracruzana. El contraste lo está comprobando en su recorrido por la entidad, y lo complejo radica en el tiempo que resta para corregir las lamentables omisiones en su preparación como candidata. No intentamos concluir que ya haya un resultado predeterminado en este proceso, porque mientras la candidata de Morena cuenta con el respaldo de la estructura oficialista y monto ilimitado de recursos, el candidato Yunes Zorrilla opone trayectoria política, intachable hoja de servicios y mucho camino andado. Pero una elección de estas características, buscando la alternancia, exige de una abultada participación ciudadana, he aquí el quid de esta elección: hacer que la ciudadanía salga a votar en masa el próximo dos de junio, cuestión de estrategia electoral.