Ahora que el Rector de la Universidad Veracruzana se puso a dar reconocimientos al gobernador Cuitláhuac García que han sido muy cuestionados por la comunidad académica del estado y del país, no estaría de más que desde la misma izquierda se otorgara una distinción que realmente dignificara a las instituciones estatales.
Porque no todo está podrido en Dinamarca, si los impulsadores de la Cuarta Transformación se pusieran realmente a buscar a intelectuales con merecimientos reales y hasta afines a su propia corriente, seguramente encontrarían mejores ejemplares que la triste figura académica del cuestionado mandatario veracruzano.
Así a vuelapluma, encuentro en Veracruz el trabajo que en favor del estado ha desarrollado uno de los estudiosos de la política más reconocidos en México, el doctor Samuel Schmidt.
Una apretada síntesis de la productiva existencia de este personaje -que tiene de menos cuatro décadas trabajando por las causas populares y defendiendo proyectos en favor de los desposeídos- refiere que es Doctor en Ciencias Políticas por la UNAM, con un postdoctorado en Historia por la Universidad de California en Los Ángeles. Ha publicado hasta ahora 35 libros y miles de artículos en diarios y revistas nacionales y del extranjero. Es muy famoso su estudio sobre el chiste político en México, que originó cuando menos un libro que se convirtió desde su aparición en un verdadero éxito editorial. Sus obras de investigación han sido traducidas al inglés, al francés y al italiano, y es pionero en varias áreas de estudio, como el análisis de redes políticas, la revisión del proceso de democratización en México, las revelaciones sobre lo que él llama el Crimen Autorizado y muchos temas fronterizos, dada su cercanía personal con Ciudad Juárez, en Chihuahua. Por ejemplo, participa como testigo experto en juicios de asilo político y para frenar la deportación de mexicanos en los Estados Unidos.
En la editorial de El Colegio de Veracruz, Samuel Schmidt ha publicado dos libros: Intermarium en 2023 y Agua subterránea, visibilizando lo invisible, en 2024, y ha ofrecido innumerables cursos y talleres a alumnos y catedráticos de esa institución.
Para la izquierda atinada, para la izquierda ortodoxa y prácticamente para todas las izquierdas que coexisten en México, Samuel Schmidt es un intelectual respetado por su posición política y por la calidad de sus estudios e investigaciones. Cualquier institución educativa que le haga un reconocimiento se honra a sí misma, ante la trayectoria impecable de este luchador social preocupado y congruente.
He ahí la razón por la que un grupo de intelectuales veracruzanos está solicitando a la titularidad de El Colegio de Veracruz, que recae en el doctor Mario Mijares Sánchez, que considere el otorgamiento del Doctorado Honoris Causa para este mexicano que ha entregado su vida al estudio y a lograr que el mundo sea un poco mejor.