Por Edgar Hernández*
Esta es la historia de una derrota anunciada.
De 22 puntos atrás hace 10 semanas, Pepe Yunes remonta, alcanza y rebasa a la candidata zacatecana Rocío Nahle, que observa con desesperación como pierde el sprint final.
Ni con los votos comprados a siete mil pesos, ni obligando al candidato de Movimiento Ciudadano, Polo Deschamps a que decline en su favor -que en breve lo hará- le alcanza para ganar.
¡A Pepe ya nadie lo para!
La percepción ciudadana negativa contra Morena a la que habrá de sumarse el voto de castigo; el no permitir que nos gobierne una zacatecana sino un veracruzano de verdad; el cortar de raíz la corrupción y el saqueo, así como el ¡Ya basta!, detonaron.
Tras casi seis años de tolerancia de un gobierno federal que saqueó y dejó morir a millones de mexicanos, un presidente, López Obrador, que consumó venganza tras venganza hasta llegar al genocidio y para colmo pretender imponernos en Veracruz, no a un payaso de carpa como gobernador tal como lo hizo en 2018, sino a una fuereña corrupta, fue la gota que derramó el vaso.
Todo el mérito de poner un hasta aquí, un ¡Ya basta! a los abusos de un loco de poder se debe a los propios veracruzanos que unidos atajaremos el atropello.
La gente no votará por la zacatecana aunque de última hora compre los votos del entuerto propagandístico llamado Movimiento Ciudadano.
La gente se decidió por Pepe por honesto y porque la percepción que se recoge luego de recorrer pueblos y ciudades es que Veracruz no puede permitir otro gobierno más de ineptos y corruptos.
¿Cómo confiar en quien a cada día se le descubre una nueva propiedad o un bien, mal habido, depositado en un paraíso fiscal?
¿Cómo, cuando está comprobado que gastó 240 mil millones en un proyecto, “Dos Bocas” que solo sirvió para enriquecer a su familia y la familia de Palacio?
Veracruz se decidió por un veracruzano de verdad y no una figura escenográfica que no conoce ni la historia de Veracruz, ni sus pueblos, ni necesidades.
En esta víspera electoral no cabe la menor duda de por quién van a votar los veracruzanos.
No se repetirá el error de tener otro gobernante estilo Cuitláhuac García, ignorante, permisivo, cínico, omiso… y con serias sospechas de saqueo del erario.
Hoy, ya mismo, en el cuartel de campaña de la zacatecana ya huele a incienso y putrescina; la aspirante está en los estertores.
De última hora le suministraron el 6% o 7% de la preferencia alcanzada por el candidato de MC, Polo Deschamps, quien en un principio se negó a ceder la plaza porque pensaba que era iba a ganar… ¡Bueno!, eso le dijo Dante.
Los números, sin embargo, son los números.
A Polo le mostraron el cooperas o cuello. Más rápido que aprisa le sacaron el expediente negro.
Son 34 observaciones de ORFIS y un tema de desvíos por 37 millones 729 mil pesos -en el rubro Participaciones Federales a Municipios- detectados por la ASF cuando fue alcalde de Medellín de Bravo en 2021.
El dictamen final de la ASF es concluyente:
“Se presume un probable daño o perjuicio a la hacienda Pública por un monto de 37 millones 729 mil 931 pesos con 52 centavos mas los rendimientos financieros generados desde su disposición hasta su reintegro en la cuenta bancaria de las Participaciones Federales, por no proporcionar los registros contables y presupuestales de las erogaciones financieras con los recursos de las participaciones federales a municipios 2021, ni la documentación comprobatoria y justificativa del gasto, en cumplimiento de la Ley General de Contabilidad”.
Polo, por instrucciones de Dante Delgado, al gran perverso del juego electoral habrá de entregar en los próximos días la plaza de MC y su esmirriado porcentaje alcanzado -6%- para ver cómo ayuda a Nahle, que en el día a día se ha visto rebasada por un arrollador Pepe Yunes.
Y al paso que va difícilmente podrá remontarlo.
¿Previsible en Dante?
Desde luego. El viejo ex priista traidor de Fernando Gutiérrez Barrios, que quiere hacer senador de la República a su hijo, nunca ha jugado a ganar electoralmente.
Lo suyo es negociar, sacar raja en dinero, vender a sus candidatos o mandarlos de matacuaces.
Lo de Deschamps era previsible.
López Obrador, Cuitláhuac, Nahle y los operadores de Morena siempre supieron que Deschamps sería la bisagra del triunfo de la zacatecana en caso de que Pepe creciera.
Nunca calcularon, sin embargo, que se volvería como en el Superman de los desposeídos.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo
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