viernes, noviembre 1, 2024

Sheinbaum lamenta el asesinato del padre Marcelo Pérez

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Agencias/Sociedad 3.0

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su consternación por el asesinato del padre Marcelo Pérez, sacerdote indígena tzotzil, ocurrido el pasado 20 de octubre en San Cristóbal de las Casas, Chiapas. En respuesta a las demandas de la Iglesia católica, Sheinbaum atribuyó la situación de violencia en el país a las secuelas de la «guerra contra el narco» lanzada en 2006 por el expresidente Felipe Calderón.

“Todos estamos consternados por el asesinato del padre Marcelo Pérez, y ya hay una detención; la investigación sigue en curso, y vamos a seguir trabajando en ello”, declaró la mandataria, en alusión a las declaraciones del padre Carlos Aguirre de la Arquidiócesis Primada de México, quien señaló que “la violencia ya no se aguanta”.

Sheinbaum insistió en su política de atender las causas de la criminalidad y rechazó un enfoque de choque contra el crimen organizado: “No vamos a regresar a lo de antes, porque no llevó a nada. La guerra contra el narco sigue teniendo consecuencias hasta ahora”.

El padre Marcelo, quien defendía los derechos de los pueblos indígenas y había recibido medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) debido a las amenazas en su contra, fue asesinado mientras desempeñaba su labor pastoral y social en comunidades vulnerables, las cuales se enfrentan a la violencia del crimen organizado.

La Iglesia católica en México urgió el domingo la implementación de medidas efectivas para proteger a los sacerdotes y agentes pastorales en comunidades afectadas por la inseguridad, como San Cristóbal de las Casas. En un editorial titulado “¿Cuántos más como el padre Marcelo?”, la institución destacó que la violencia contra sacerdotes ha aumentado en el país y alertó sobre las condiciones de riesgo a las que están expuestos en áreas controladas por el crimen organizado.

Desde el Vaticano, el papa Francisco lamentó también el asesinato de Pérez y expresó su cercanía con la Iglesia de San Cristóbal de las Casas. “Me uno a la amada iglesia de San Cristóbal de las Casas, en el Estado mexicano de Chiapas, que llora el asesinato del sacerdote Marcelo Pérez Pérez el pasado domingo”, manifestó el pontífice tras el rezo del Ángelus en la plaza de San Pedro.

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