jueves, enero 9, 2025

Veracruz: La Paradoja de la Riqueza y la Pobreza

Expresión Ciudadana
Carlos A. Luna Escudero

Veracruz, con más de 8 millones de habitantes y una ubicación estratégica que incluye tres puertos de altura y tres aeropuertos, parece destinado a ser un motor económico de México. Sin embargo, la realidad pinta un panorama contrastante. A pesar de contribuir con el 4.2% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional y ocupar el sexto lugar en este indicador, el estado enfrenta graves desafíos: más del 60% de su población vive en pobreza, y su crecimiento económico es apenas del 1.4%, muy por debajo de la dinámica de otras entidades del Sur-Sureste.

La economía de Veracruz está profundamente terciarizada: 58 de cada 100 pesos provienen de comercio y servicios, mientras que solo 4 pesos vienen del sector primario, a pesar de que este último ocupa el 93% de la superficie estatal. Este modelo económico refleja una falta de industrialización que impide agregar valor a los productos agropecuarios y explotar el verdadero potencial del estado.

Los retos no terminan ahí. Aunque Veracruz cuenta con más de 438,000 unidades económicas, la mayoría (95.56%) son microempresas con menos de 10 empleados. Las grandes empresas representan apenas el 0.09%. Este panorama limita la creación de empleos bien remunerados y dificulta la consolidación de cadenas productivas.

A nivel regional, el estado presenta características diferenciadas que exigen estrategias específicas. La Macroregión Norte se enfoca en la minería, con especial relevancia en la extracción de petróleo y gas. La Macroregión Centro tiene fortalezas en la industria del plástico, metálica y la generación de energía. Por su parte, la Macroregión Sur destaca en actividades agropecuarias y pesca, aunque enfrenta los mayores retos de planeación y sostenibilidad.

¿Qué necesita Veracruz para salir de este estancamiento? El análisis sugiere acciones concretas: rediseñar su modelo de regionalización económica, modernizar el sector primario mediante la tecnificación y fomentar la industrialización. Además, se proponen programas como “Ven, vive y siente Veracruz,” que promueva el turismo; y “Fondo Veracruz,” que otorgue créditos accesibles a MiPyMEs.

La planeación también debe alinearse con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Aunque algunas regiones del estado han avanzado en esta materia, como el 80% de los municipios en la Macroregión Centro, aún queda mucho por hacer para que la Agenda 2030 se integre plenamente en todas las políticas públicas.

Veracruz tiene el potencial de reescribir su historia económica. Su riqueza natural y estratégica está ahí, esperando ser transformada en oportunidades para su gente. Pero esto requiere más que buenas intenciones; exige voluntad política, inversión estratégica y, sobre todo, una visión a largo plazo que priorice el bienestar de su población.

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