El mundo experimenta una revolución tecnológica sin precedentes, La carrera por la supremacía tecnológica avanza con fuerza, impulsada principalmente por el desarrollo de la inteligencia Artificial (IA) y la industria de semiconductores. Estos pequeños chips o circuitos integrados (CI), son esenciales para la fabricación de dispositivos electrónicos, sistemas de telecomunicaciones, la industria automotriz, en la actualidad están presentes en casi todo.
Por su importancia los semiconductores se han convertido en una plataforma significativa para el crecimiento económico de países como China, Taiwán, Corea del Sur y Estados Unidos. Recientemente, el gobierno de México a través de la titular de la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (SECIHTI), Rosaura Ruíz, presentó “Kutsari”, un proyecto para diseñar y fabricar semiconductores mediante la creación de dos centros especializados en una primera etapa: uno en Puebla y otro en Guadalajara. En esta iniciativa participarán socios del gobierno e instituciones como UNAM, IPN, CINVESTAV e INAOE.
Esta estrategia del gobierno mexicano representa un paso importante hacia la integración de México en una industria esencial para la tecnología moderna. Sin embargo, es necesario analizar el tema a mayor profundidad, lo que plantea la siguiente interrogante: ¿Puede México generar las condiciones necesarias para convertirse en un Hub de Semiconductores? La respuesta radica en el análisis de su infraestructura actual, el contexto global y las inversiones necesarias para desarrollar un ecosistema competitivo.
Según un informe Asociación de la Industria de Semiconductores (SIA por sus siglas en inglés) sobre el estado del sector en Estados Unidos en 2024, las ventas globales en 2023 alcanzaron los 527 mil millones de dólares, con casi 1 billón de semiconductores vendidos en todo el mundo. Además, las estimaciones de las Estadísticas del Comercio Mundial de Semiconductores proyectan que para el 2024 las ventas superarían los 600 mil millones de dólares. México importa hasta 20 mil millones de dólares en chips.
El mismo informe destaca que la cuota de mercado global es encabezada por la industria de semiconductores estadounidense que representa la mitad del mercado mundial, seguida por Corea del sur (14%), Europa (12%), Japón (9%), y Taiwán y China con 7%. Entre las principales empresas del sector, clasificadas por su capitalización bursátil destacan NVIDIA (EE. UU.), TSMC (Taiwán) es el mayor fabricante de chips por contrato del mundo, ASML (Países Bajos) y Samsung (Corea del Sur).
El liderazgo de estos países en la industria de semiconductores se debe a una combinación de inversión en investigación y desarrollo (I+D), la construcción de plantas avanzadas que requieren inversiones multimillonarias y el apoyo gubernamental. Además, la industria de semiconductores demanda talento especializado como técnicos, científicos en informática e ingenieros.
El costo de establecer una planta de fabricación de semiconductores, conocida como «fab», varía según la tecnología y la capacidad de producción, y puede oscilar entre 10 mil y 20 mil millones de dólares, según la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la Fundación México-EU para la Ciencia (Fumec). Esta abarca diversos aspectos, entre ellos, construcción de instalaciones especializadas con áreas limpias esenciales para la fabricación, adquisición de equipamiento tecnológico de última generación, contratación de personal altamente especializado en semiconductores y procesos de manufactura avanzada, así como fondos destinados a la investigación y desarrollo de nuevas tecnologías para garantizar la competitividad e innovación. Incluye, además, la obtención de licencias, el cumplimiento normativo y certificaciones de calidad requeridas para la operación de un centro de semiconductores.
En Estados Unidos, tras la aprobación de la Ley CHIPS, se canalizaron más de 446 mil millones de dólares en inversión privada para la industria de semiconductores y electrónica. Taiwán Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) será uno de los principales beneficiarios de la Ley CHIPS, al ser acreedor de 6.6 mil millones de dólares en subsidios directos para la instalación de tres fábricas. en Arizona, destinadas a producir chips lógicos de vanguardia para smartphones 5G/6G, vehículos autónomos, aplicaciones de computación de alto rendimiento e IA.
México enfrenta varios desafíos para ingresar con éxito a esta industria. Se requiere una infraestructura robusta, con mayor inversión en puertos, ferrocarriles y carreteras para garantizar una logística y distribución eficientes. También es fundamental contar con una fuerza laboral capacitada, suministro de agua y energías limpias, estables y suficientes. Incrementar la inversión en I+D que hoy resulta insuficiente, México invierte menos del 1% de su PIB, mientras que Taiwán y Corea del Sur destinan entre el 3% y 4% a investigación tecnológica. Además, es necesario un plan gubernamental sólido y coordinado con el sector privado para fomentar la inversión.
En este sentido, el anuncio del Plan Maestro para el Desarrollo de Semiconductores 2024-2030 genera expectativas. Se planea una inversión de al menos 10 mil millones de dólares para impulsar la manufactura, diseño, investigación y desarrollo, validación y ensamblaje de semiconductores. Es probable que el proyecto Kutsari forme parte de esta estrategia.
No obstante, existe la amenaza arancelaria de un 25% por parte Estados Unidos, lo que podría agregar incertidumbre económica y disuadir a los inversores extranjeros. La imposición de tarifas a productos mexicanos afectaría la integración de México en la cadena de suministro global de semiconductores.
A pesar de estos retos, México cuenta con ventajas estratégicas. Su proximidad geográfica con Estados Unidos y su participación en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) puede facilitar la atracción de inversiones y la colaboración en la cadena de suministro de semiconductores. Empresas como Therm-X que ya opera en el país, y QSM, planea establecer una planta en Querétaro con inicio de operaciones en 2025, refuerzan esta estrategia.
Otro elemento a favor es el talento disponible. México cuenta con una base de ingenieros capacitados en el sector tecnológico, sin embargo, es necesario fortalecer a especialización en microelectrónica y diseño de chips para consolidar su competitividad en la industria.
México tiene el potencial para convertirse en un actor clave en la industria de semiconductores. Para lograrlo se requiere una colaboración estrecha entre el gobierno, el sector privado y la academia. La atracción de inversiones significativas, el impulso de políticas públicas favorables, el desarrollo de talento especializado y la mejora de la infraestructura serán factores determinantes para que país aproveche las oportunidades y supere los desafíos en este sector estratégico.
Ideario en Perspectiva
La propuesta a la Reforma Constitucional contra el Nepotismo sólo abarcará los puestos de elección popular; los demás, ni los veo ni los oigo. Mientras tanto, pasamos por alto que en 132 días ya suman más de 10 mil homicidios. ¿Se incluyen los desaparecidos? Lo bueno que se atienden las causas.