Don José Ortega y Gasset, un clásico

De don José Ortega y Gasset lo más difundido en círculos del café es su frase “soy yo y mis circunstancias”, en su filosofía de la vida el centro lo ocupa la visión individualista, particular de cada uno, respecto del conjunto social, lo llamó perspectivismo. Pero, para no incursionar en presunciones académicas, para lectura de sábado de gloria, aquí insertamos una breve narrativa acerca de la opinión de este gran filosofo español respecto al...
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Otra catástrofe. ¿De veras quieren destruir a México?

Sorprende muchísimo que la presidente Sheimbaum reconozca un error, en la misma tesitura que su mentor y jefe político, ya que ambos no se equivocan y son dueños de la verdad. Por eso se encendieron las alarmas cuando la doctora aceptó que su gobierno compró medicamentos con un sobreprecio de 13 mil millones de pesos. A estos nuevos ladronazos no se les procesó, no se les detuvo. Sólo "se les removió". Los de cuarta creen que estamos acostumbrados, que las cifras pierden importancia y que ellos son inmunes, hagan...

Masacre de policías en Vega de Alatorre, muestra de una estructura de Estado dañada, podrida, maloliente: la Seguridad Pública

CLAROSCUROS

PARTE IV

José Luis Ortega Vidal

(1)

Fue una emboscada con saldo de dos muertos in situ, una tercera víctima que falleció durante su traslado a un hospital, así como un levantado cuyo cuerpo sin vida y con huellas de tortura fue encontrado seis días más tarde.

Se trató de una masacre con saldo final de cuatro integrantes de la Secretaría de Seguridad Pública ejecutados durante la última semana de un marzo repetidamente fatídico.

(2)

El lugar del ataque: un punto sobre la autopista Cardel-Nautla, tramo Vega de Alatorre-Emilio Carranza -a la altura de la comunidad Lechuguillas-, territorio de Veracruz.

Fecha y hora: miércoles 26 de marzo, pasado el mediodía, entre las 13:00 y las 15:00 horas.

Las víctimas: tres policías y un enlace jurídico destacamentados en la delegación y cuartel “Aurelio Monfort” de Cardel, municipio de La Antigua.

Victimarios: miembros del crimen organizado aún no identificados, ni detenidos.

Los hechos: cuatro integrantes de la SSP viajaban en una camioneta Dodge Ram 2500, color gris, placas HL 9858F de uso particular; su destino era Papantla y a bordo de la unidad desplazaban enseres domésticos.

Los cuatro viajeros se encontraban en su día franco.

En un tramo carretero del municipio de Vega de Alatorre, al cual pertenece la población de Emilio Carranza, sicarios que viajaban en dos camionetas Toyota Tacoma color negro los persiguieron, interceptaron y atacaron a balazos de alto calibre.

En la escena del crimen, peritos hallaron unos cincuenta casquillos.

In situ murieron la policía Anayeli Reyes Martínez (+), distintivo “Cleopatra” y su compañero Asunción Hernández.

Pedro Madrigal Hernández, cuyo distintivo era “Jaguar”, fue levantado aún con vida pero murió en el trayecto…

La cuarta víctima fue Octavio Utrera Barrera (+), enlace jurídico de Seguridad Pública en la delegación de Cardel, quien fue privado de la libertad.

Seis días más tarde, la noche del martes primero de abril, el cuerpo de Utrera Barrera fue hallado en un predio del municipio de Nautla, ubicado en dirección norte sobre la carretera Cardel-Papantla y colindante con el municipio de Vega de Alatorre.

(3)

El cuerpo de Octavio Utrera se encontró en avanzado estado de descomposición, con huellas de tortura y señales de ejecución.

Lo de Lechuguillas fue una emboscada, una masacre, un operativo delincuencial cuyo objetivo -deducido a partir del frío, eficaz, impune actuar de los sicarios- habría sido eliminar a los policías y secuestrar al abogado y enlace jurídico de la SSP.

¿Por qué, para qué?

Probablemente lo llegaremos a saber…

(4)

Un experto en análisis financieros nacionales e internacionales, escribió meses atrás una cátedra que no olvido:

“Para determinar las condiciones sanguíneas en un diagnóstico de salud de un individuo, no es necesario vaciar los cinco litros del líquido rojo circulantes en todo su cuerpo, basta con extraer una muestra; en el laboratorio los químicos se encargarán del resto…

Otro ejemplo ocurre en la cocina de cualquier hogar: el ama de casa extrae una cucharada de la sopa, la prueba y determina de inmediato si su obra culinaria tiene la cantidad de sal adecuada».

(5)

La masacre de Lechuguillas, en Vega de Alatorre, expone varios elementos de la falla estructural en materia de seguridad que padece Veracruz.

Los tres policías operaban en y desde Cardel, nodo clave para la comunicación carretera con Xalapa y Veracruz, las ciudades más importantes en la entidad Veracruzana.

Desde el sur o desde el norte de Veracruz, la gran mayoría de viajeros cruzan por territorio de Cardel para acudir a la capital o al puerto jarocho.

Las víctimas pidieron auxilio por Radio, existen grabaciones de ello; la ayuda llegó tarde, solo sirvió para llevar a uno de los policías a morir a otro lado.

A los guardianes del orden los agarraron sin armas ni capacidad de respuesta ante un ataque sorpresivo, letal por la mayor fuerza del enemigo y por el calibre mortífero de sus armas.

Cabe una pregunta básica y obligada: ¿Cómo supieron los sicarios del horario y ruta de los miembros de la SSP que estaban en día franco?

Hipótesis obvia: alguien los entregó.

(6)

La emboscada ocurrió en el municipio de Vega de Alatorre pero el cuarto cuerpo fue hallado en Nautla, una demarcación vecina.

¿Y los cuerpos policiacos desplegados en cada municipio y región?

¿Por qué resulta tan fácil matar, escapar con un prisionero, despedazar a la víctima, tirarla como si fuese un animal y mantenerse en libertad como si nada hubiese ocurrido?

(7)

Aparecen señalamientos de corrupción contra Luis Miguel Márquez González, “El Perri”, delegado de Seguridad Pública en Cardel y jefe directo de los cuatros policías atacados mortalmente en Lechuguillas.

Todos, familias en luto, los integrantes de la SSP, autoridades de todos los niveles, la ciudadanía en general, aguardamos por resultados de las investigaciones sobre este ataque directo al Estado, vía su cuerpo armado legal: la policía.

Mientras más tiempo transcurra para la entrega de resultados –incluyendo el deslinde o aclaración sobre la potencial responsabilidad del delegado Luis Miguel Márquez González, “El Perri”- habrá más pústulas, llagas, sobre la piel de un cuerpo en descomposición, putrefacto, cuyo olor nauseabundo cubre todo el territorio veracruzano: el de la Seguridad Pública.

De hecho, además de nuestras instituciones de  prevención del delito, las de procuración y aplicación de justicia están podridas.

Y para determinarlo no es necesario vaciar toda la sangre de su cuerpo ni probar la sopa entera: la matanza de Lechuguillas representa una cruda, cruel, lamentable, funesta y dolorosa muestra.

CONTINUARÁ

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