Agencias/Sociedad 3.0
Estados Unidos ha superado ya los 1,000 casos confirmados de sarampión en lo que va del año, una cifra alarmante para una enfermedad que fue declarada eliminada en el país en el año 2000. De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el total de contagios asciende a 1,024 casos, con 128 hospitalizaciones y tres muertes reportadas en al menos 31 jurisdicciones, entre ellas California, Florida, Texas, Nueva York, Illinois y Georgia.
El resurgimiento de esta enfermedad viral altamente contagiosa ha puesto en alerta a las autoridades sanitarias, que vinculan el incremento con bajas tasas de vacunación. El informe detalla que el 96 % de los casos corresponde a personas no vacunadas o con estado de vacunación desconocido, mientras que solo el 1 % de los pacientes había recibido una dosis de la vacuna triple viral (MMR), y el 2 % contaba con dos dosis.
Los datos revelan también que el 68 % de los contagios corresponde a menores de 19 años. Por grupos etarios, el 30 % son niños menores de 5 años, el 38 % personas entre 5 y 19 años, y el 32 % adultos mayores de 20 años.
En cuanto a las hospitalizaciones, la mayor proporción se concentra en los menores de cinco años, con una tasa del 23 %. En el grupo de 5 a 19 años, el 9 % de los pacientes requirió atención hospitalaria, y entre los mayores de 20 años, el 8 %.
Hasta el momento, se han registrado 14 brotes (definidos como tres o más casos relacionados) durante 2025, con 947 casos asociados, lo que representa el 92 % del total. Esta proporción contrasta con los datos de 2024, cuando se reportaron 16 brotes, pero solo el 69 % de los casos estuvo vinculado a ellos.
Los CDC reiteraron que los datos presentados incluyen únicamente casos confirmados y que los estados “tienen la información más actualizada sobre los casos y brotes en sus jurisdicciones”. Algunas entidades han comenzado a reportar casos probables, aunque aún no se incluyen en los conteos oficiales.
La reaparición del sarampión en EE.UU. ha renovado los llamados a reforzar la cobertura de vacunación y a combatir la desinformación sobre las vacunas, considerada una de las principales causas del retroceso en la inmunización colectiva.