La Fiscalía General de la República determinó no ejercer acción legal punitiva contra el general Salvador Cienfuegos, contrario a la acusación formulada por la Agencia Antidrogas de los Estados Unidos (DEA), porque “se llegó a la conclusión de que nunca tuvo encuentro alguno con los integrantes de la organización delictiva investigada por las autoridades norteamericanas”. Eso significa o implica una acusación falsa, no demostrada en el expediente enviado por las autoridades estadounidenses al gobierno de México cuando autorizó el regreso del general a nuestro país. Mucha tinta correrá sobre este asunto, pros y contras serán analizados, pero queda a cargo de las autoridades de los Estados Unidos demostrar con información sólida que nuestra Fiscalía está equivocada, y que actuaron con profesionalismo. Lo único seguro es que este expediente abre una brecha entre el gobierno de México y el de los EEUU, que ya se va, por cierto. Aunque institucionalmente dejará huella para el gobierno entrante el 20 del mes en curso.