domingo, diciembre 22, 2024

Decálogo de realismo, para empezar

Mutatis mutandis

Por Rafael Arias Hernández.

Antes que todo, es preciso asegurar y reconocer, que se enfrenta una nueva realidad, repleta de condiciones y situaciones diferentes. Se vive,  un presente, que hace inocultables nuevos y viejos problemas; y también, contadas aptitudes y capacidades gubernamentales. 

Es más, frente a esas  abundantes ineptitudes e incapacidades oficiales, también está presente la ausencia de participación ciudadana y social, generada y acentuada por desinterés, conformismo, manipulación o ignorancia

Nueva anormalidad, caracterizada por muertes crecientes que la pandemia ocasiona; por inmolados y víctimas,  de la inseguridad y violencia en aumento; y por grandes grupos de población y mayorías, cada vez más afectadas por limitaciones y sacrificios. 

Alarma y preocupa también, el desconocimiento e incapacidad, al aferrarse y sostener, limitadas y tradicionales formas de enfrentar esa novedosa problemática, cada vez más compleja y urgente de atender.

Ante lo actual y el futuro,  en todas partes preocupa que, salvo excepciones, poco o nada nuevo,   se puede encontrar al accionar gubernamental; notoria su caducidad y alejamiento de la realidad. 

Inútiles y costosos.  Poco o nada sirven demasiados planes, programas y discursos gubernamentales diseñados y puestos en práctica, supuestamente para atender y enfrentar con efectividad,  características y consecuencias de esa nueva anormalidad. 

Para evitar simulación, improvisación y ocurrencias obligado preguntar y preguntarse:

¿Se sabe lo que se pretende atender y resolver? ¿Se cuenta con  información actualizada y diagnósticos pertinentes?

¿Se tienen identificados recursos públicos y atribuciones institucionales que se deben utilizar?  ¿Están claramente definidos, objetivos y metas, medios y formas?

MENTIRA  Y ENGAÑO, SIMULACIÓN Y ENTRETENIMIENTO.

La situación se complica, porque 2021 es año de elecciones y, como bien se sabe, estas se convierten en el principal objetivo a atender y ganar.

Se disputan 21, 883 posiciones del poder público, estatales y federales.

Toda una oportunidad para ejercer sus derechos, a más de 94 millones de ciudadanos inscritos en su padrón electoral correspondiente, podrán acudir a más de 161, 000 casillas que serán instaladas para votar.

Además, según el Instituto Nacional Electoral  (INE), de las 500 diputaciones federales,  en las elecciones estatales se elegirán 21,383 cargos: 15 gubernaturas, 30 congresos locales (1,063 diputados);  y también, 1,926 ayuntamientos y juntas municipales,  en 30 entidades. Para  esto se tiene previsto contratar más de 50,000 supervisores y capacitadores estatales. 

El país está ya en el tobogán del lenguaje político-electoral.  Como es costumbre, se intensifica el uso y abuso de expresiones; y se recurre a los juegos de palabras, que aseguran y prometen un verdadero cambio, que al final no coincide con los hechos.

Nada raro que se incrementen promesas y compromisos de un futuro mejor; o que se expresen propuestas y buenas intenciones. 

Tiempo de señalamiento y exageración de errores y defectos en los adversarios o contrarios; y de ocultamiento, minimización o negación, de defectos y aberraciones propias y de compañeros o aliados. 

Tiempo de los predominios de mentira y engaño, promovidos por fe y esperanza, y respaldados por buenos deseos y mejores intenciones.

Así, medios y ambientes se inundan de ideas y propuestas, de opiniones. Posesionados e ilusionados, decididos y ocupados, en alcanzar el cargo  gubernamental, aspirantes y candidatos,  representantes  y militantes partidistas, se involucran por completo, en la competencia por ganar las elecciones correspondientes. 

Mientras la vida, no se detiene. Persisten y exigen atención sus necesidades y problemas, retos y obstáculos. 

Mientras, millones y millones seguimos atrapados en un tobogán económico y social, de caída y pérdida, que aún no termina y que ya ha causado enormes daños y retrocesos. Crecen pobreza, inseguridad, efectos pandémicos y problemas de salud, conflictos e inestabilidad social.  

Lo importante, lo determinante sigue sin  atenderse, ni resolverse, en forma  oportuna, apropiada y suficiente. 

A pesar de las reiteradas y recurrentes,  advertencias y alertas de inestabilidad e incertidumbre crecientes, como consecuencia de las inocultables, recesión económica y crisis de las finanzas públicas. 

Esfuerzos y excepciones aparte. Poco o nada se hace para cambiar en la práctica y en los hechos. Se siguen en el mismo rollo del desarrollo; y con la misma liturgia política de evasión y engaño.

HECHOS Y REALIDADES.

Urgen gobiernos de buenos resultados, capaces de entender y atender una situación de emergencia y crisis;  obligados a lograr una pronta recuperación y atención de prioridades; y comprometidos siempre, en prever y asegurar mejores condiciones. Nada fácil encontrarlos, o formarlos; además de disposición y buena intención, es indispensable, asegurar responsabilidad, honestidad, capacidad y efectividad de los servidores públicos.  

Sin duda se debe asegurar la buena y eficiente individualidad; y también, al mismo tiempo, asegurar legalidad e institucionalidad. 

Imprescindible garantizar el Estado de Derecho y el funcionamiento efectivo de instituciones y dependencias oficiales, así como el buen uso de los recursos públicos; para evitar tanto ineficiencia y burocratización, como corrupción y delincuencia gubernamental. 

UN DECALOGO DE PRIORIDADES…GUIA PRELIMINAR

1.- Proteger y cuidar la vida y salud de las personas.

2.- Asegurar y garantizar libertades y derechos humanos y sociales.

3.- Fortalecer el Estado de Derecho. Valores y principios, ético y morales.

4.- Garantizar seguridad pública, procuración y administración de justicia.

5- Gobernar al gobierno, hacer efectiva y funcional la democracia, con más, mejor y permanente participación ciudadana y social.

6.- Activar, reactivar y fomentar la Economía. Estimular crecimiento y desarrollo. Crear, sostener y fortalecer fuentes de empleo. Promover competitividad y diversificación.

7.-Vigilar y evaluar siempre las finanzas públicas: Fortalecer, sus recursos y atribuciones institucionales y sociales. Aprobar, asignar y vigilar todo presupuesto gubernamental. Impedir deuda pública infundada.

8.-Mas, mejor y verdadera transparencia, acceso a la información, rendición de cuentas, fiscalización,  y participación y evaluación ciudadana y social. 

9.-.Promover todo el tiempo, educación responsable y solidaria; información y comunicación; innovación y creatividad científica, artística y cultural.

10.- Visión responsable e integral, del presente, del futuro inmediato y del largo plazo. 

INVITACIÓN A LA LECTURA.

Publicado en septiembre de 2020,  por El Orden Mundial, 

El mundo no es cómo crees: Cómo nuestro mundo y nuestra vida están plagados de falsas creencias. Editorial Ariel.2020

-Académico. IIESESUV  Twitter@RafaelAriasH, Facebook:Veracruz HoydeRafaelAriasH 

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