Israel cuenta con nueve millones de habitantes, a los cuales el gobierno se ha propuesto inmunizar contra el Covid-19 a la mayor brevedad posible; para alcanzar su objetivo implementaron un sistema de vacunación conocido como Drive-in, que consiste en vacunar a las personas desde sus vehículos, acondicionando un estadio de futbol como centro de vacunación y atendidos por médicos y enfermeros, pendientes de cualquier reacción alérgica. El programa lo iniciaron el 20 de diciembre y a la fecha el 25% (poco más de dos millones de personas) de la población ya recibió las dosis correspondientes. Y parece lo hicieron sin discursos ni aparatosas recepciones de pírricas remesas aéreas, sin “misiones cumplidas” ni “días históricos”. Ojalá en México aprendiéramos esas lecciones salvadoras de vidas porque un mes después de haber iniciado el tan proclamado programa de vacunación, la inmunización no llega aún a 500 mil personas.