Agencias/Sociedad 3.0
Ha pasado más de un año desde que la humanidad conoció el coronavirus y desde entonces la incertidumbre y el miedo ha ido en incremento para las personas, quienes se han visto afectadas ante el cierre de negocios y la pérdida de seres queridos, lo cual ha generado un aumento en la depresión.
Aunque la vacuna contra el Covid-19 ha despertado esperanza entre la gente, la depresión, así como la ansiedad y la soledad, pueden ser elementos que mermen la efectividad de la inyección que expertos han hecho para frenar la pandemia del SARS-CoV-2, según ha informado un reciente estudio publicado en Perspectives on Psychological Science.
La investigación codirigida por Annelise Madison, de la Universidad Estatal de Ohio, afirmó que la pandemia tiene un componente de salud mental preocupante, «causa ansiedad y depresión, entre muchos otros problemas relacionados. Los factores estresantes emocionales como estos pueden afectar el sistema inmunológico de una persona, afectando su capacidad para protegerse de las infecciones».
La especialista ha mencionado que su trabajo ahonda en la eficacia de la vacuna y cómo la mentalidad de las personas, y sus factores emocionales, pueden alterar la capacidad del cuerpo para desarrollar una respuesta inmunitaria.
«El problema es que la pandemia en sí misma podría estar amplificando estos factores de riego», añadió.
Janice Kiecolt-Glaser, quien también codirigió la investigación, afirmó que se centraron solamente en una faceta de la respuesta del sistema inmunológico, luego que las vacunas, a las pocas horas de su aplicación, tienen ya una respuesta inmune general a nivel celular, formando una primera línea de defensa.
La directora del Instituto de Investigación en Medicina del Comportamiento de la Universidad Estatal de Ohio añadió que afortunadamente la eficacia de las vacunas es del 95 por ciento, por lo que los factores psicológicos en lo que afectarían es la alargación del tiempo que lleva desarrollar anticuerpos o pueden acortar la duración de inmunidad.
Depresión y Covid-19: panorama en 2021
Desde el inicio de la pandemia de Covid-19 se han identificado un aumento en número de casos de depresión, así como de otras emociones como la tristeza, la ansiedad y el miedo.
La psicóloga Graciela Medina, quien formó parte de una investigación para conocer lo que sentían las personas ante la emergencia sanitaria, consideró que esto se debe a que con el confinamiento perdemos libertad, autonomía y capacidad para tomar decisiones.
“No es fácil, aunque tampoco es todo lo que podemos perder pues está el peligro inminente de enfermarnos o de perder la vida o la de un ser querido. Todo eso nos pone en jaque, despierta sentimientos diversos”, añadió.
Entre las distintas actitudes que sirven de indicio para determinar si una persona está en medio de una depresión están reacciones como la irritabilidad, ansiedad, ataques de pánico, fatiga, tristeza. Incluso pueden verse afectadas otras funciones psicológicas como la memoria, la atención y la percepción en casos más graves.
“Hay también reacciones anímicas y emocionales como la frustración, el enojo, un sentimiento de injusticia, inconformidad, desorganización; puede haber pérdida de control de sí mismo, de sentirse mal por no poder controlar una situación o fuertes sentimientos de ambivalencia”, añadió la Coordinadora del Área Clínica de la Licenciatura en Psicología clínica y de la Salud.
También comentó que se esperan una gran cantidad de casos de depresión, sobre todo luego que los jóvenes están muy contrariados por su futuro laboral, o bien los adultos que tienen que sostenerse a sí mismos o a una familia.
“Estas actitud de generatividad son las que están amenazadas, porque si se cierran fuentes de empleo ponen en jaque todo esto”, afirmó.
-Con información de El Universal